No más Mentiras

Antonio García Fuentes

JABÓN DE ACEITE DE ACEITUNA Y “OTROS”

JABÓN DE ACEITE DE ACEITUNA Y “OTROS”

Aún cuando y desde niño conozco las bondades del jabón “casero”; aquel jabón que hecho rudimentariamente en nuestras propias casas, lo hacían nuestras madres y abuelas (generalmente); guardando las sobras de los aceites (siempre se empleaba el de aceituna, puesto que no había otro) y que se empleaba para toda la limpieza de la casa; y al decir toda lo reitero, puesto que desde lavar la ropa, pasando por el cuerpo y llegando al fregadero, aquel jabón era la base de la limpieza casera y humana.
Después supe, que ese jabón algunos médicos instruidos en el cuido y limpieza de la piel, lo recomendaban especialmente para lavarse las partes íntimas del cuerpo y debido a su bondad, que aquellos pocos médicos sabían.
Mucho después (1960) y haciendo la “mili” en África, pude ver un jabón norteamericano, que se denominaba “Palmolive” y supe que era fabricado con aceite de palma y de aceituna (oliva). Jabón que aquella multinacional vendía por todo el mundo y que más tarde, incluso fue introducido en España. Hoy pregunto y dicen no existe en el mercado español, pero seguro que en el internacional, sí.
Veinte años después y viajando por Francia,
me llamó la atención, en un supermercado instalado en un área de servicio, de las autopistas francesas; el ver pastillas o pequeños bloques de jabón de aceite de (aceituna) oliva; que los franceses vendían a un muy buen precio y como cosa “especial”; igualmente vendían botellas de aceite de aceituna, aromatizado con hiervas (tomillo, romero, etc.) y todo ello a precios muy altos. Estoy seguro que los vendían, puesto que los franceses son sumamente comerciantes y lo que no es rentable, simplemente no ocupa lugar en una estantería.
Veintisiete años después (hoy) en un reciente viaje a Extremadura, he visto en algunos lugares, diferentes pastillas o bloques, de jabón de aceite de aceituna (oliva), que de diferentes tamaños y colores, están expuestos con profusión, en lugares de gran afluencia turística (Basílica de Guadalupe) y otros menos visitados; señal que los extremeños han encontrado en ese producto un mercado y por tanto beneficio.
¿Y en Jaén… qué ocurre en esta provincia? Desconozco si hay o no hay alguien que fabrique y ponga dignamente (como los que he visto; que si no lujosos están bien presentados, simplemente envueltos en una fina tela de plástico transparente) este producto en el mercado nacional. Pero no, ya sabemos que aquí en Jaén (“que es corto hasta de nombre”) sólo se preocupaban hasta hace poco, de recoger la cosecha, llevarla al molino, y esperar “sentados en el casino”, a que vengan los compradores, se lleven el producto y lo comercialicen, que es donde se obtiene la mayor ganancia.
Se ha empezado no hace mucho, a realizar la comercialización del aceite, envasándolo; pero aún ahí, se dice que más del ochenta por ciento de la cosecha se sigue vendiendo a granel. De los miles de subproductos que pueden obtenerse del aceite de aceituna o con el aceite de aceituna (En un viaje a Londres, pude ver una margarina italiana hecha sólo con aceite de aceituna y anunciada a gran escala en esa capital) poco se hace, si bien alguna pequeña elaboración de cosméticos ya hay (los japoneses importan cantidades importantes de este aceite para esos fabricados); los judíos y con aceite de aceituna, obtienen el mejor lubricante para motores de alto rendimiento y en los que degenera hasta el aceite mineral… aquí de elaboración de las aceitunas de mesa, más bien brillan por su ausencia las industrias que a ello se dedican (hay poco: muy poco para lo que debiera existir) y para qué extenderme más.
Sólo recordar que el aceite de aceituna, es de los pocos productos o materias primas, que es… “alimento, medicina, cosmética, producto industrial y ni se sabe cuantas cosas más, puesto que las investigaciones avanzan y dan sorpresas agradables; ya se indica que es un nuevo producto anticancerígeno”.
Pero aquí, lo bueno y lo malo al mismo tiempo, es que sobra mucho dinero cada año y no se sabe invertir… “pregunten a bancos y cajas de ahorros, que por ello acuden aquí como moscas a la miel”. Y como vivimos bien, pues eso.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (allí más)

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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