No más Mentiras

Antonio García Fuentes

En Venecia y cerca de…

EN VENECIA Y CERCA DE
(y II)

En breve nos encontramos sentados plácidamente en un café-heladería (lástima no haber tomado nota del nombre) que hay situado en la «Piazzetta», frente a la fachada del «Palacio Ducal» y «bajo la gran columna» de granito que en una de sus correrías trajeran de Siria o Constantinopla los venecianos y en cuya cúspide está situada la estatua del antiguo patrón de Venecia (San Teodorico «sobre un cocodrilo» y que se encuentra aquí desde el año 1.329)…»en la otra de enfrente de igual material y altura, está situado desde el año 1.180 el famoso «león alado» (viejo símbolo veneciano)…»nos encontramos en el pórtico» por donde todo visitante entra en el corazón de la verdadera Venecia y al propio tiempo estamos en el que fuera trágico lugar donde se ejecutaban las penas capitales, a los enemigos de la que fuera… «serenísima y poderosa república de mercaderes y guerreros». Frente a nosotros la «Isla de San Giorgio» y de la «Giudecca», todo ello se encuentra iluminado por los últimos reflejos del crepúsculo y de la iluminación eléctrica que ya se encuentra encendida…»todo ello, sencillamente precioso» y de lo que yo al menos…voy a disfrutar enormemente en paz y sosiego por más de una hora.
Nos atiende un solícito camarero con el que me entiendo perfectamente (habla algo de español) e incluso converso un poco con él de temas de actualidad.- Trae una carta de helados y «elegimos una gran copa», en la que destaca desde el mismo recipiente (bella copa acampanada de cristal transparente, con una peana de igual material pero de un brillante color esmeralda y lo que acredita plenamente el que estamos en una ciudad donde el cristal se sabe trabajar) hasta el contenido, compuesto de diferentes helados que «descansan» en una base de otro de sabor diferente y en el que viene mezclado licor de almendras amargas («Amaretto») conteniendo igualmente diminutas galletas y terminando «el atuendo» de tan espectacular postre, un multicolor penacho que como «estandarte» traen las copas…en fin, todo ello nos parece «una gloria de helado» el que vamos a saborear como se debe, o sea despacio…después encenderé un hermoso cigarro puro y «nos recrearemos» (mi esposa hoy también) y mucho en ver y admirar la cercana laguna, los templos y monumentos que de esta se divisan, la parte de Plaza de San Marcos y toda la Piazzetta, las fachadas de la Basílica de San Marcos y del Palacio de «los Dux» o «Dogos» de la ya mencionada «Serenísima República» y muchos otros detalles que se aprecian esta clara y serena noche en «el agua, el cielo y la tierra» y todo ello iluminado con tenues luces artificiales o reflejadas…todo lo cual hay que verlo «in situ» y serenamente, para poder apreciarlo con «cierta capacidad de análisis»…¡Qué duda cabe que todo ello nos produce gran placer!…»esa noche mi esposa y yo nos hemos comunicado bien…cosa que raramente ocurre»…¡Qué le vamos a hacer…?!.
Vienen «los gondoleros» y con ellos llegan nuestros amigos Loli y Paco los que se muestran muy satisfechos de haber realizado este paseo nocturno en góndola y ahora…»ahora precisamente va a empezar el último drama turístico del día»…y a cuyo final yo ya «explotaré» en el hall del hotel, diciendo a quien quiso oírme que esta es la forma de «asesinar al TURISMO»…(no olvidemos nunca que EL TURISMO ha sido considerado como UN BIEN…¡ M U N D I A L !).
Tenemos previsto alojamiento en la cercana ciudad de Mestre y así consta en la documentación recibida de la agencia de viajes y sin embargo ocurrió lo siguiente.
Llegamos tarde al embarcadero donde arribamos, donde nos embarcamos en la misma embarcación que nos trajo, la que realiza el regreso por igual ruta que a la venida, lo que nos priva de contemplar el «Gran Canal» en una visita nocturna que es bellísima.- Decepcionados (al menos yo, aunque (repito) es la tercera vez que vengo a Venecia) desembarcamos en el lugar donde nos aguarda nuestro autocar y que es el mismo donde nos dejó, subimos al mismo y nos llevan a dormir a…¡setenta kilómetros de distancia! (aprox.) y llegamos a lo que se nos dice son «las afueras» de la ciudad de Padua (Padova) la verdad yo solo puedo decir que llegamos a un lugar de «Padova Oeste» y a un hotel («albergo de la Prov. de Padova», según indicaba en la denominación que pude leer en la habitación que ocupamos) cuyo nombre es el de «La Bulesca» y donde y por fin llegamos… ¡A las 12,30 de la noche!…Yo en ese momento decidí dejar de viajar y hacer turismo, ya que considero que al turismo «lo han matado estos inútiles programadores del mismo y que se atreven a autodenominarse agentes de viajes y guías turísticos»…¡pobrecitos y lo que están haciendo…?!.
Totalmente «desequilibrado» (excitadísimo) puesto que llevamos levantados y «en movimiento» diecinueve horas)…logro llegar a la ducha en la que y tras no corto tiempo de recibir la benéfica agua fría, me refresco y repongo un poco del gran mal humor soportado...a pesar de ello no lograré dormir en casi toda la noche, por lo tanto ello repercutirá mañana en mi estado físico («no en el mental»)…en fin paciencia…»mucha paciencia». Ya veremos “que nos trae el nuevo día”.
Julio 1994
Publicado el 04 de Agosto del 2017

Antonio García Fuentes
(Escritor)
www.jaen-ciudad.es

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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