Políticos y política: La gran estafa que padecemos

El diccionario de la lengua española define la política así: 7. f. “Arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados”. Sí, sólo en el 7º lugar la define así. Para mí “Es el arte de gobernar bien a los pueblos”; cosa que nunca han hecho los gobernantes, y lo confirma la historia mundial, puesto que cuando mejor funcionaron los pueblos fue en su estado de clan o tribu; regidos por los ancianos de dichos estados políticos primigenios.
Desde muy antiguo, estos núcleos al ir creciendo igualmente crecieron en conflictos y guerras y así seguimos; aunque en milenios atrás ya se definiera “la enfermedad política como una lacra interminable”, como lo confirma el siguiente dicho histórico; “POLÍTICA Y JUSTICIA: «La ley es como una red que atrapa las moscas y deja pasar a los pájaros». La política se creó para «legalizar» la corrupción”. (Anacarsis. siglo VII a.C.)
¿Qué está ocurriendo en la actualidad y concretando más en nuestra propia España? (aunque se puede generalizar al resto del mundo). Pues ocurre el que en “los gallineros políticos”, que no otra cosa, son los denominados parlamentos democráticos; que estos terminan siendo dominados por “partidos” y estos a su vez, controlados por intereses dominados por el capital, nacional o internacional; y por ello sólo se legisla a favor de ellos; el interés poblacional no juega nada más que a pagar los abusos que allí se imponen en forma de “leyes del embudo”; lo que termina por estropear todo lo que debiera ser impuesto para que los bienes que produce este planeta, fuesen repartidos (haciendo trabajar “a todo el mundo”) muchísimo más equitativamente y con lo que desaparecerían la mayor parte de los grandes problemas que lo estropean o destruyen todo lo que pudiera ser constructivo.
No olvidemos nunca que “partido es parte” y los partidarios del partido que sea, solo van a situarse lo más cerca que puedan, del dinero público, que de inmediato pasa a su control y los partidarios (sean del partido que sea) lo emplearán siempre a favor de los miembros del partido y más aún de los que en la sombra, les ayudaron con dinero para mediante la propaganda electoral, llegar a controlar el dinero del tesoro público. Lo que hacen con toda impunidad, puesto que ellos mismos, forman el mal llamado poder judicial, que se limita a amparar y tapar a los “suyos” y por el contrario a perseguir y castigar a los que se les opongan; jueces y leyes justas no las hay y ya lo afirmó aquel rey que arriba se cita (Anacarsis).
Los miembros de esos parlamentos, son como gallinas cacareando en un corral, “donde los gallos son los que deciden y entre ellos el menor número de los más fuertes, que son los que montan a las gallinas y reinan en el corral sometiendo al resto”. Por ello las discusiones son inútiles, puesto que cuando los temas llegan “a los gallineros humanos”, ya han sido discutidos en otros lugares y allí lo que hay es que aprobarlos, ya que de hecho ya han sido aprobados, “por las fuerzas que en realidad disponen y mandan en los gallineros”.
Los nombres o definiciones de estos partidos (o bandas de mercenarios) son un absurdo y que no dicen nada de nada; en realidad todos van a la conquista del poder, por el poder mismo y nada más; puesto que poder es dinero y ese es “su dios y su destino”, todos son “de panza y bolsillo”, que son los únicos motores que los mueven y los han movido siempre. Para entender ello no hay nada más que analizar los innumerables casos de corrupción que se conocen y que en la actualidad en España “son infinitos y en los que se han pringado hasta miembros de la familia real”, lo que nos confirma que para lo que yo digo de “panza y bolsillo”, no hay “nobles o plebeyos”… “Y si se destaparan muchos secretos hoy ocultos nos enteraríamos de muchas cosas, que hoy circulan por Internet de forma singular y sin confirmar con veracidad contundente”.
Por ello hoy agarrarse a denominaciones ya carentes de significado político, es de la idiotez más repelente que puede esgrimir un ser humano, salvo que no sea pensando en lo que reitero no es otra cosa que “panza y bolsillo”.
El pueblo, “la res pública” o como quieran definir “al rebaño”, sólo sirve a los que ejercen el poder para servirse de ellos y no como dicen repitiendo una de las más terribles de las mentiras políticas… “que van a servirlo para que progrese”.
Como final, ahora mismo “los gallineros andan revueltos”, ¿Qué hacen en favor de sus pueblos, qué es lo que debaten? Obsérvelos con atención y oiga y descifre “sus cacareos”; después dispóngase a reír a mandíbula batiente, puesto que no merece la pena llorar, puesto que estos alguna vez se irán, pero entrarán otros que en el mejor de los casos serán iguales… “y puede también que sean aún peores”.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y
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