ESPAÑA: ¿Terminará como Venezuela o peor?

Lo he dicho y escrito infinidad de veces… “Un Estado no es otra cosa que una familia pero de diferentes dimensiones”. Si en esa “familia de familias”, cada vez trabajan menos, la riqueza que produce EL TRABAJO; llegará a menos miembros de la población total. Si aparte de ello, los que reciben la recaudación del total del trabajo QUE PRODUCE, “se la reparten entre ellos y una minoría privilegiada, el resto será cada vez más pobre”. Si esa pobreza llega a extremos ya insoportables y por tanto insostenibles; se termina por llegar a los desastres, que hoy protagoniza ese riquísimo país que es Venezuela; y el que pese a sus muchísimas riquezas, ya ha llegado al punto de “explosión general”, donde el indefenso pueblo ya no confía en nadie y ha terminado por tomarse la justicia por su mano… ¿No les recuerda ello la Revolución de 1789 en Francia y que fue provocada simplemente porque las masas ya no podían adquirir “el pan suyo de cada día” y fueron las mujeres, las madres, las primeras que se rebelaron y las que en realidad “plantaron las guillotinas”?
Este hecho no es otra cosa que la repetición de “múltiples revoluciones”, que siempre acaban lo mismo… “eliminada la minoría dominante y tras enormes masacres, vuelve a apoderarse del poder una nueva minoría la que pacificado el infierno provocado, vuelve a convertirse en otra nueva casta que termina por hacer lo mismo que hicieron los que fueron eliminados”; y ello lo hemos visto nosotros los que hoy vivimos; no sólo en Venezuela, sino en otros muchos países, entre los que hoy destacan (Rusia, China, Turquía y…?
Y todo ello viene del abuso de impuestos, la opresión del que verdaderamente produce y trabaja; y la consiguiente invasión de parásitos que son los que al final disfrutan largamente de toda la tesorería nacional. O sea y más concreto de la falta de una justicia redistributiva, que al menos, permita vivir desahogadamente a aquellos que de verdad trabajan con sus manos o sus cerebros; y a los que y de verdad hay que facilitarles que igualmente puedan prosperar creando riqueza para ellos y no para que se la lleve limpiamente el recaudador; por tanto nadie crea que hablo de esa falacia que preconiza “la igualdad”; por tanto mucho ojo con los demagogos que para llegar al poder preconizan “igualdad y justicia”; llegados a él, harán todo lo contrario.
La situación actual de España es tan ruinosa que hasta nos han robado “la ilusión” y ahora no saben ni lo que han de hacer; puesto que si analizas lo que dicen los que se dicen políticos y los que “se atreven a decir algo”, es que te tienes que reír ya que otra cosa no puedes hacer; puesto que todas sus ambiciones son una sola; mantenerse en el sillón que ya tienen o llegar al que ambicionan; el resto no les importamos nada en absoluto y como mucho, sólo ponen parches y remiendos, cuyos resultados no aportarán nada en absoluto de la prosperidad que necesita el país.
“Andan ahora tratando de solucionar”, lo que se denomina gratuidad en la electricidad para aquellos que ya no pueden pagarla porque han llegado al estado de “pedir limosna hasta para comer”, asunto este de tan difícil regulación que yo dudo que logren reglamentarlo, para que no surja, “el aprovechamiento de infinidad de listos con los que cuenta España para obtener gratuidades aunque no las necesiten”. Igualmente tratan de que sea devuelto a los estafados o exprimidos, que por que necesitaban hipotecar la vivienda, tuvieron que “tragar” una de las múltiples imposiciones bancarias, denominada “cláusula de suelo”, impuesta por la banca y con el consentimiento del gobierno de turno, cuando en un gobierno preocupado verdaderamente por la justicia, jamás debió ser autorizado ese abuso, de los que el español estamos más que hartos, puesto que pagar abusos y cargas legales aquí, es algo tan enormemente extendido, que ya sólo falta el que “nos pongan un cánon por respirar el oxígeno que la propia Naturaleza facilita gratuito”. Analizar tasas e impuestos en España es algo que puede dañar la salud del medianamente inteligente; por los enormes abusos que nos han ido cargando a lo largo de los años, que ha terminado por ser en conjunto una confiscación de los bienes que con ímprobos esfuerzos y austeridad férrea pudiste reunir, principalmente en la época de bonanza de los gobiernos de la dictadura de Franco, de la que para justificarse, los políticos sólo hablan mal, ya que sólo refieren “la época negra”, que indudablemente la hubo… ¡Pero hubo otra muy blanca y por tanto social y económica que ojalá la pudiéramos disfrutar hoy o desde hace cuarenta años¡ Y que por simple justicia a la verdad debieran recordar para evitar los odios que han sabido cultivar simplemente para justificar sus múltiples inutilidades.
Y así estamos, o mejor dicho, seguimos; “y la casa sin barrer y llena hasta la piquera de parásitos”; y los juzgados llenos a rebosar, de casos de corrupción incalificable por el grado de los corruptos. Casos que se van eternizando y no se sentencian y condenan, quizá por cuanto les da ya miedo, destapar tanta basura.
Y se dejen ya de señalar absurdos por cuanto un señalado intelectual republicano ya lo señaló en su día: «Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil J. Ortega y Gasset.
POLÍTICO Y SU ASESOR: Un político no tiene por qué saber de todo; como estos insensatos y que en mayoría pretenden; el político tiene que recurrir a asesores, pero no esos asesores “de cabecera y cama”; que no son otra cosa que parásitos a mantener por el contribuyente. Un asesor se busca cuando se necesita y se busca entre los mejores que existan y oído y examinado la solución que aporten, entonces es cuando el político debe actuar y en caso de error, siempre podrá decir que lo asesoró el mejor o uno de los mejores y dará nombres y apellidos; puesto que un político no es un “dios”, ni falta que nos hace. (En uno de mis artículos en 2010)

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más)