No más Mentiras

Antonio García Fuentes

Los Juegos Olímpicos hoy son nada

Los juegos olímpicos hoy son nada

Los juegos olímpicos y en sus inicios, fueron inventados por los sabios griegos en épocas muy lejanas; pretendiendo que con ello, “el bestialismo humano y su afán guerrero y depredador”, fuese quemado en aquellos iniciales ejercicios gimnásticos y ello humanizara más al hombre y lo hiciera más pacífico; las mujeres no les era permitido entrar puesto que ellas “tenían muchas más cosas importantes que hacer; por ello los premios a los ganadores, eran el aplauso, el reconocimiento y “una simbólica corona de ramitas tiernas de olivo”; luego el cabrero volvía a sus cabras, el pescador a su pesca, el herrero a su herrería, el comerciante a su comercio, el panadero a su tahona y la vida continuaba sin más complicaciones; los que querían competir en las próximas, simplemente entrenaban como sabían o podían, pero sin dejar por ello de seguir trabajando en sus respectivos oficios. Cosa importante que era seguida; mientras duraban las olimpiadas, las guerras eran paralizadas, como respeto hacia aquella buena idea de aquellos sabios. Aquellas primeras olimpiadas nacieron y murieron antes de que naciera Cristo; luego “un francés las quiso revivir y así se creó el engendro pernicioso en que se han convertido y que sigue creciendo ”, puesto que ya todo ello es un enorme negocio y una destrucción de seres humanos, que sometidos al máximo del máximo, empleando incluso drogas, terminan por ser destruidos, incitando a otros cuyo destino será el mismo si no se detienen a tiempo.
Incluso la primera época iría degenerando bastante puesto que hay una constancia totalmente explicativa y convincente; se trata de un dicho de nada menos que del sabio cínico Diógenes , el que fuera a la tal competición y a su regreso le preguntaron. ¿Diógenes, hubo mucha gente en la olimpiada? Y aquel sabio con suma intención simplemente replicó… ¡Gente mucha… hombres pocos!
La degeneración actual debe ser descomunal, puesto que desde la asignación del lugar de las olimpiadas hasta lo último que imaginarse pueda y debido a las descomunales cifras en dinero que se manejan, deben acarrear tal cúmulo de trapacerías, sobornos, imposiciones y “compras-ventas”, de las que de vez en cuando los periódicos detectan algunas y las difunden, pero el conjunto de ellas seguro que ha de ser descomunal, por lo que es claro que lo que era llamado en sus orígenes, a proporcionar una mayor limpieza en alma y cuerpo (primero el alma que es la que sostiene al cuerpo) ha terminada por todo lo contrario y debido al volumen actual, difícil será el reconducirlas a sus limpios orígenes, y donde el dinero era secundario y no había puestos “de trabajo” tan bien remunerados como hoy que son abundantísimos.
El denominado deporte (lo de hoy es en general un engendro todo ello) simplemente es “llegar a donde pueda cada cual y llegado a ello retirarse y sin más remordimiento”; hoy es todo lo contrario, llegar “al máximo a costa de lo que sea”, e incluso idiotamente son los propios padres de “las criaturas”, los que impulsan “a que su vástago o vástaga, lleguen a la máxima altura, no sólo por la fama, sino muy al contrario, por el dinero que le pueden pagar por tales proezas y que a algunas familias enteras, les hace llegar de la pobreza a la riquezas máximas”; o sea “todo un ejemplo nefasto para la humanidad entera”, puesto que en esta infernal carrera, quedan en “las cunetas” millones de ilusos, que no pudiendo llegar ni a la mitad del camino, se han de retirar de la dura carretera, pero portando todas las amarguras que contraen en este infernal camino, del que muchos no se van a recuperar en toda su vida… simplemente seguirán vanagloriándose de que ellos estuvieron en el camino pero que tuvieron “mala suerte”.
Pero la idiotez llega al máximo en estos hechos, puesto que allí van no solo los contendientes, sino hasta los más altos políticos y dignatarios públicos, los que pagados por los impuestos que pagamos, llegan allí con todo el boato que quieren y que cuesta lo que ni sabemos, pero eso sí, “ellos dirán que sirven al pueblo engrandeciéndoles el espectáculo”; de pena y de risa para los inteligentes, que imitando a aquel “cínico sabio”; piensa que el asunto no pasa de ser una inmensa luz de bengala, que nada ilumina pasado el instante del lucimiento y que nada o poco aporta a una humanidad ya tan dislocada, que a lo peor terminan como la película que cruelmente realizada, nos demuestra que “volvieron a mandar los monos”; me refiero a la que se titula, “El planeta de los simios”, cuya interpretación me angustió bastante.
Por otra parte todos estos hechos suelen ocasionar bastantes muertos… ¿cuántos irán ya en Brasil puesto que la ciudad donde están celebrándose es de las más inseguras de todo el país y donde la delincuencia y el asesinato en tiempos normales es algo inusual en el resto del mundo? Cerremos con ese amén que suelo hacerlo en determinados artículos… “Amén”.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más)

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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