No más Mentiras

Antonio García Fuentes

Es duro durísimo tener que pedir para poder comer

Es duro durísimo tener que pedir para poder comer

Entre mis duras experiencias, “yo he comido mendrugos de pan de otra mesa y he ido de la mano de mi abnegada abuela (“que si lo hay estará en el cielo”) pidiendo para poder comer; por las huertas de los alrededores del pueblo recogiendo mediante permiso, aquellas hortalizas que ya en el otoño, quedan sin coger por cuanto ya no son comerciables y que aguantan en la mata, hasta que el hortelano ara la tierra. Y también otras “yerbas” comestibles y de las que los campesinos saben o sabían. Duras lecciones de vida, pero que enseñan muchísimo al que de verdad quiere aprender.
No se asombre nadie, fueron los terribles “años del hambre”, donde y en algunas cárceles improvisadas, los presos “se comieron hasta las yerbas que había en aquellos patios de viejos conventos abandonados”; las gentes y en los mercados públicos se llevaban, “los pescados que el veterinario municipal había ordenado tirar por ya “pasdos”; y tantas cosas más, que sólo las saben aquellos viejos y viejas que lo vivieron y que ya cuentan noventa años o más… “y también algunos niños que con memoria grabada a fuego, fueron testigos de tantas miserias como tras una guerra civil sufren, sobre todo las clases más desfavorecidas”, entre las que es claro que no están “los que la ganaron”.

Hubo “comedores de caridad sostenidos por el gobierno (“Auxilio Social”) y algunas comunidades religiosas, pero muy pocos y a pocos llegaban.
Nadie pensaba (yo tampoco) que esas miserias volverían a España, pero hoy las hay y cada vez más; pero hoy son otros tiempos y España aparte de aguantar y mantener a “ejércitos de parásitos políticos” (infinitamente muchísimos más que en su momento mantuvieron los gobiernos de Franco)… no sabe cómo atender a esos otros, que podemos comparar con “los parias de la India” y los que ya no tienen apenas nada y tienen que ir a los cubos de basura, a las puertas de los autoservicios y a los comedores de caridad allí donde los hay, que los hay y afortunadamente abundan los mantenidos por esa parte del pueblo que solidariamente contribuye a ello. Bien harían los despreciables políticos actuales, dedicar las ingentes cantidades que se dedican a sí mismos y a sus propagandas políticas (que sólo los suyos escuchan o atienden); en vez de tanta verborrea inútil y que lo que ya produce es asco y ganas de vomitar.
De la última organización de la que tengo noticia, es de “una docena de buenas samaritanas”, que en Zamora y renunciando a su bien estar y aburrimientos, han dado un paso adelante de verdaderas cristianas y que no han necesitado nada más. Vean, lean y si quieren saber más entren en la dirección que les dejo.
“No eran cocineras profesionales, solo madres de familia, jubiladas de Zamora que quedaban todas las tardes a tomar café. Y hoy cocinan y sirven 70 menús al día para doscientas familias. No eran unas heroínas, sino doce mujeres normales, que pensaban disfrutar de una jubilación tranquila después de una vida de trabajo, pero dos años después han puesto patas arriba el barrio de San José de Zamora con un comedor social que no sólo alimenta a gente que está necesitada o en el paro, sino que les visten con ropa de segunda mano. La historia de estas Doce de la lenteja, o de la alubia, o de los tupper, nos pareció que era algo realmente positivo en medio de la vorágine de noticias tristes o agresivas que nos llueven a diario y pensamos que había un reportaje humano, muy de Actuall. Una de nuestras reporteras, Tamara García Yuste, habló con ellas y reconstruyó los hechos. Raquel, de 75 años, le contó que todo surgió cuando las doce quedaban a tomar café y una comentó que había niños que se quedaban dormidos en clase, porque no habían desayunado ni cenado. Dos años después han conseguido servir más de veinte mil platos calientes en fiambreras para las familias necesitadas de su barrio. http://www.actuall.com/solidaridad/asi-es-la-historia-de-las-doce-jubiladas-de-oro-crean-una-cocina-social-en-zamora/ La vida les ha cambiado a las doce. Porque cada día meten varias horas para poder dar de comer a tanta gente. Y han cambiado el barrio de San José, en el que han generado una corriente de solidaridad que nadie podía imaginar unos años antes. Cocinan todo tipo de platos, desde verduras al vapor o carne a la plancha hasta guisos castellanoleoneses. Como cuenta Raquel a Tamara, las otra once y ella seguirán preparando comidas hasta que el cuerpo aguante. Aunque hayan perdido parte de la tranquilidad que disfrutaban. Pero, por los menos, nadie en el barrio de San José volverá a decir que los niños se duermen en clase porque no han cenado o desayunado. Alfonso Basallo y la Redacción de Actuall”.
De estos grupos cristianos (desconozco si hay y cuantos de otros credos religiosos o agnósticos) parece ser que hay muchos en España; concretamente a menos de cien metros de donde vivo en Jaén; la parroquia ya hace años que regenta otro comedor similar al descrito y atendido por voluntarios de ambos sexos, que igualmente aportan dinero para sostenerlo y donde también (“hay gente pató” como dijo aquel famoso torero; y canallas de la peor ralea también) puesto que se me dice que allí acuden los que verdaderamente necesitan esa limosna y “otros que sin necesitarla, se enganchan a la comida gratuita y ahorro para casa”; y donde igualmente “en tesorería volaron una importante cantidad de dinero contante y sonante y el que no ha vuelto al cajón de donde fue robado”… lo que demuestra que sí “que hay gente o gentuza pató”.
Felicitemos sinceramente a todas esas gentes de buena fe y que aun siendo ya viejos y “ante la antesala de S. Pedro”, dedican esfuerzos y dinero para atender a los que los gobiernos “progresistas” ni se les pasa por sus duras molleras el atender mínimamente, y a quienes seguro que sienten lo indecible el tener que ir a pedir comer… de limosna.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y http://blogs.periodistadigital.com/nomentiras.php

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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