La respuesta contundente es no; lo digan como quieran y se escondan o eludan la realidad ya palpable de este problema “cancerígeno”, que ha tardado mucho en abordarse como debiera haberlo sido hace ya muchos años.
Hoy y debido a la súper población, las migraciones tienen que ser totalmente controladas y a tenor con los intereses del país receptor; no hay más.
Se ha ido extendiendo “un enorme manto de falsa piedad”, por cuanto si se sabe que un problema no tiene solución, lo cuerdo es plantearlo cuanto antes con toda la crudeza que cada caso requiere… “y si el enfermo es que se muere por consunción, pues se muere y en paz”. Han ido surgiendo muchos “buenos samaritanos”, pero pocos han ofrecido sus propias casas y bienes para acoger a tanto aspirante a vivir en Europa, pero a costa de los recursos que los europeos logramos, tras muchos siglos de tiranías, similares o peores a las que hoy sufren todos cuantos tratan de venir aquí.
Y ese es el camino (a mi entender) que han de empezar a andar, todas esas muchedumbres, por cuanto en realidad no proceden de países ya consolidados, sino que en infinidad de casos, son grupos tribales o incluso de menor entidad que da la tribu; ya que la realidad de esos territorios es que apenas han superado el estado de “clan familiar o tribal”, puesto que no han llegado a país o pueblo medianamente organizado para considerarse como tal.
O sea, que en el ámbito del tiempo y el espacio y la larga historia del “bicho humano” sobre la tierra; en su momento los europeos hubieron de enfrentarse a “sus amos o señores feudales”, derrotarlos a sangre y fuego y luego intentar conformar lo que se denomina como pueblo, país o nación; para conjuntamente (entonces) llegar a crear la riqueza y bienestar a que llegamos en Europa. ¿Pero cuántos siglos costó todo ello? Simplemente repasando la historia, sabremos los muchos siglos que todo ello costó, amén de entre ellos, cuántos fueron de esclavitud, o en estado de siervos, rebeldes, expoliados y masacrados como animales, hasta que muchísimo tiempo después, pudieron guillotinar, ahorcar, o derrocar a sus tiranos y empezaron a considerarse libres; cosa que nunca lo fuimos, por cuanto siempre hubo camarillas que de alguna manera siguieron explotando a las mayorías; como hoy mismo ocurre en Europa, donde muchos de los progresos sociales y económicos logrados, nos los empezaron a arrebatar hace ya tiempo y nos los siguen recortando, pretendiendo nuevos retrocesos a épocas pretéritas, puesto que no concuerda… “tanto progreso económico cómo del que se presume, con el estado de pobreza que avanza, controlado por fuerzas que ya el individuo no puede controlar y combatir, puesto que han logrado tal perfección, que son invencibles, máxime que cuentan con las mentadas camarillas auxiliares, que participando en el reparto de la gran riqueza, son los perros guardianes que necesitan y necesitaron siempre los poderosos”.
Ya los ingleses (“tan hábiles siempre y amparados por su situación isleña y de fácil aislamiento cuando les ha convenido”) han dicho por boca de su gobierno, que allí no quieren ni un emigrante más, que no hayan llamado o contratado previamente. En los días que esto escribo, es otro político austríaco el que dice que allí tienen grupos de estos nuevos invasores, que colocados en determinados municipios, allí viven o vegetan, pero que no se integran en la sociedad austriaca; o sea lo que ocurre en el resto de Europa, que en realidad, son grupos que por costumbres, idioma, religión “y lo que sea”; ellos se traen en su equipaje, su propio territorio, sus costumbres y su forma de vivir y es lo que hacen, vivir como siempre han vivido, pero disfrutando de todas las ventajas (ayudas) que aquí se les prestan de bóbilis bóbilis; además tratando de colonizarnos a nosotros imponiéndonos incluso una religión, que a la vista está por su belicosidad actual, no acepta nadie que piense un poco, puesto que caer en una esclavitud religiosa, es de lo peor que le ha ocurrido al ser humano a lo largo de su triste historia. Todo esto si no se controla, traerá consecuencias terribles.
Así es que “como marca la historia”, el que quiera peces ha de mojarse el culo, que en este caso, es luchar dentro de los territorios donde nacieron y que allí (y como hicimos los europeos) se constituyan en lo que quieran ser, para lo que tendrán que pasar, lo que simplemente pasamos todos los demás”; y de lo que los españoles sabemos mucho, puesto que aquí las guerras civiles y todas las demás, incluidas invasiones, emigraciones, inmigraciones y todo tipo de calamidades, sabemos un poco… también el ir a tierras lejanas con “el hato al hombro y muertos de hambres”, pero siempre tratando de integrarse en ellas creando riqueza que allí quedara para todos los que nacieran después, e incluso para beneficio de los nativos, atrasados entonces a lo que de fuera les podía llegar. O sea, que eran tiempos muy diferentes a los de hoy.
Así es que lo que está necesitando Europa y sobre todo la que integra la UE, es referéndums ciudadanos, para preguntarnos si queremos o no queremos emigrantes y en caso de aceptarlos, cómo queremos que vengan. Mientras ello no se realice, creo que lo más cuerdo es rechazar todo tipo de invasión. Lo contrario será dar por sentado luchas intestinas y futuras, que costarán lo que ni imaginamos.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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