No más Mentiras

Antonio García Fuentes

EL REY RECIBE Y PREMIA A LOS PLEBEYOS

Los reyes si quieren seguir reinando, han de hacer como “las veletas de las torres, girar siempre a favor del viento y seguir la dirección que éste marque”; caso contrario puede peligrar “la corona” y por tanto los privilegios y buena vida que en general se llevan los monarcas desde siempre.
Cuentan que en la historia de España, entre tantos enfrentamientos entre “reyes y nobles”; hubo uno en que enfrentado el monarca a un obispo “guerrero”, que allí con él estaba junto con otros “poderosos de sus reinos”; el tal obispo (cuyo nombre no recuerdo: ¿Rodrigo Jiménez de Rada?) le espetó en un momento con la mano agarrando el pomo de su gran espada o espadón (era la época de los moros y la reconquista) y respaldado por sus poderes terrenales, le dijo cara a cara… “Nos somos casi como vos y unidos los aquí presentes, somos mucho más que vos”. Oído aquello, aquel rey tuvo que replegarse de inmediato, puesto que aquellos “súbditos”, venían más que a pedirle; a darle lo que él necesitaba, o sea los ejércitos de aquellos nobles, puesto que eran épocas en que cada cual tenía y mantenía el suyo propio.
El actual rey de España, accedió a la corona no por “gusto” de su padre, sino debido al desprestigio que ya había acumulado su progenitor el que para “salvar la corona y que quedara en la familia”; abdicó, para luego seguir siendo algo así como “un segundo rey”, cosa inexplicable en esos rangos, puesto que no cabe ello en una monarquía, lo digan como quieran y les dé la gana; un rey es un rey y punto; no hablemos de “la consorte”, puesto que ambos debieron desaparecer de escena y de inmediato; para ello ya el nuevo rey tiene su consorte y heredera dinástica; por tanto no me explico la presencia de los anteriores en el acto que comento.
Y sobre “los plebeyos actuales” ya vengo diciendo y escribiendo hace mucho tiempo, que… “en una sociedad que se precie de serlo, tan útil es un hortelano recolectando papas, cómo un cirujano curando o salvando vidas en su mesa de operaciones”; por tanto no conviene endiosar a nadie, sino valorarlo como con cierta justicia merezca, puesto que “las papas que consume ese hipotético cirujano, las come gracias a ese otro hipotético hortelano”, el que podemos cambiar por un pastor de ganado, pescador, o cualquier otro oficio útil y que en conjunto sostienen a la sociedad en su composición total… “así es que menos lobos para esos presuntuosos que se creen ser el ombligo del mundo, puesto que nadie es imprescindible y a la vista está con lo del rey… a rey muerto (o abdicado) rey puesto”.
Pero volviendo a la recepción celebrada por el rey en su primer aniversario como tal, opino cuanto sigue.
Tras “los conatos de mayo y en la plaza de la Puerta del Sol de Madrid” y todo lo que ha ido ocurriendo, sin prisas pero sin pausa; y los resultados de las votaciones celebradas, en las “europeas, municipales y regionales”; en la casa real y aconsejado por “quienes sean”; se selecciona una cuarentena de Súbditos de la plebe y buscando en ellos, la ejemplaridad que tanto abunda en esos seres anónimos o que casi nadie conoce, pero que son (somos) los que sostenemos al Estado en sus cuantiosos gastos o dispendios inútiles… deciden premiarlos con la “medalla al mérito” y todo ello dándoles un protagonismo nacional y mundial, más que nada por cuanto antes he dicho, “del aire y la veleta, puesto que soplan nuevos y no muy gratos aires para muchos”.
No obstante, después de este hecho “popular”, el rey celebró “un almuerzo con las más altas instituciones del Estado”; lo que concuerda con el hecho anecdótico, de aquel obispo medieval y sus compañeros de armas; puesto que es claro que “el rey ha de nadar y guardar la ropa por cuanto también se dice más arriba”.
No obstante es bueno, que esto ocurriera tal y como ha ocurrido, pero que no hay que agradecer para nada, puesto que cualquiera por “corto de caletre que sea”, debe saber deduciéndolo el mismo; que somos la inmensa mayoría de explotados españoles, los que seguimos manteniendo todo el peso del Estado, rey (y sus familias) incluidos; esperamos que todo ello se vaya repitiendo y se reconozca con mucha más frecuencia, que “el pueblo es algo más que la percha de los palos que de siempre hemos recibido y en cualquiera de los regímenes que han mangoneado España, a lo largo de toda su historia”.
Así es que “menos vaselinas a quienes nunca dan nada, si no es por cuanto ya casi contra la pared, no tienen más remedio que abrir la mano y dar algo de lo mucho que nos deben”.
Todo ello no insta para que yo no critique, a los nuevos “revolucionarios”, que han quitado el cuadro del rey, del salón de plenos del ayuntamiento de Cádiz y allí han colgado, algo así como… “una momia republicana, nada menos que de la primera república, que fue uno de tantos espantosos fracasos, que hicieron pasar al siempre sufrido e indefenso pueblo español”. Si en plebiscito indiscutible, aprobamos una Constitución (la actual) hay que acatarla y cumplirla, mientras esté vigente; y en ella es el rey el que representa y encarna al pueblo español; si la actual Constitución necesita cambios (que los necesita) hagámoslos cuanto antes y a tenor con ellos, emprendamos nuevas etapas; pues al pueblo le da lo mismo, rey que república, que consejo de ancianos de la tribu; siempre que gobiernen con justicia redistributiva y no como se suele gobernar en España… “mangonee quien mangonee”.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y http://blogs.periodistadigital.com/nomentiras.php

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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