No más Mentiras

Antonio García Fuentes

HABRÁ QUE VOLVER A ARAR “LA TIERRA”

En este planeta y salvo en las “tierras vírgenes” donde no pisaba el peor animal que aquí “apareciera” (el hombre); esas tierras no las labraban nada más que “los propios elementos naturales que el planeta generaba”; y pese a sus catástrofes naturales, que periódicamente las asolaban, era el propio planeta el que regeneraba todo y volvía a rellenar de vida y armonía cualquier terreno devastado. Una de las pruebas más recientes de ello, fue lo ocurrido en la isla Krakatoa (Indonesia) la que en 1883 explota y desaparece tragada por el mar, tras producirse el descomunal maremoto, cuyos efectos se notaron en más de medio mundo; desapareciendo igualmente toda la vida que había en una isla tropical con una altura que llegaba casi a los mil metros de altitud… 45 años después (1928) las mismas fuerzas telúricas que destruyeron la anterior, empiezan a elevar una nueva isla, la que hoy ya cuenta con alturas de casi 200 m. de altitud y en ella, prolifera de nuevo la selva tropical, pájaros, reptiles, y no sé si ya hay de nuevo mamíferos que han llegado de las otras cercanas islas.
El hombre “construye y destruye también a su manera”; pero la parte regeneradora de la especie y pese a esa inteligencia que se le atribuye (“sapiens-sapiens”); no es entendible por cuanto ha destruido y sigue destruyendo hoy, de forma tan letal, que insensiblemente va afectando a gran parte del planeta, incluidos sus mares y no se ven visos de rectificar en nada, la marcha destructiva que en conjunto representó la tan cacareada de “avances y progresos”, que llegaron “al sumun” de destruir dos enormes ciudades (Hiroshima y Nagasaki) con mayor rapidez que incluso, “las fuerzas volcánicas” destruyeran la mentada isla, con el agravante que setenta años después, en aquellos solares devastados por “la energía atómica que había controlado el hombre”, siguen habiendo venenos activos que siguen afectando a la vida de aquellos entornos, en todas sus manifestaciones, conocidas o aún desconocidas por ese “animal humano”.

Si fuesen analizadas, todas las guerras, masacres y destrucciones masivas de todo tipo, que el hombre ha realizado sobre la corteza planetaria, desde esa fecha arriba indicada (1883) hasta lo que hoy mismo está ocurriendo en múltiples países en guerras de todo tipo; sumando incluso lo que destruyen simples bandas de bandidos incontrolados, incluyendo igualmente a las masas de desarraigados que emigran y mueren en el camino emprendido para encontrar “nuevas tierras de promisión”… se demostraría que es el hombre, el “bicho más destructivo” que aquí nació y habitó y que por sí mismo y su “perversa inteligencia”, es el que puede ser capaz de destruir hasta el planeta que le dio vida y le sustentó por ni se sabe cuántos siglos.
Curiosamente y también por aquellas fechas aproximadas (en la historia varias décadas no significan nada) y cuando en la ya pujante Norteamérica y sus Estados Unidos, están “cosiendo” con ferrocarriles todos sus vastos territorios, es un denominado salvaje indio (para mí infinitamente mucho más civilizado que los otros que le querían y compraron sus territorios); el jefe indio Seattle, que escribió al “Jefe Blanco”, una carta premonitoria de lo que sería “el mundo de los blancos”; jefe indio que cuando leí por primera vez esa carta escrita en 1855, sentí tal emoción e impacto, que lo “bauticé” como “El primer ecologista”; y con ese título escribí algo y copie la carta, la que pueden ver en mi Web, en “Trabajos literarios”; y simplemente lean y juzguen por ustedes mismos valorando según sepan hacerlo.
¿Y por qué escribo yo hoy así y con tan “amplios o locos horizontes”? Pues se lo cuento.
Ayer estábamos sentados mi amigo Francisco y yo, en el banco que solemos ocupar por las tardes en la placita “de Belén” (Frente al Hotel Europa) y estábamos sufriendo lo indecible, viendo la “muy moderna estampa gamberril”, de una decena, de niños de entre ocho y diez años, que pisoteaban los minúsculos jardines con que cuenta la citada placita, entreteniéndose en pulsar constantemente en sus correteos, el pulsador de la fuente de agua para beber que allí hay, tomando buches de la misma y echándoselos unos a los otros; lo que llegó a ocasionar un riachuelo de agua corriente y potable, que discurría por la calle tras rebasar la placita (el desagüe estaba atrancado). Requerimos a alguno de aquellos “trotones incontrolados”, con educación y seriedad, diciéndole a alguno, si “sus maestros no les enseñaban el valor del agua potable”; nos miraron como a “bichos raros”, siguieron con sus alocados correteos, tirando de paso, los desechos que portaban consecuentes del “banquete” de una primera comunión cristiana-católica, que allí en un restaurante se celebraba, lo que también sirvió para dejar suciedad de restos de envueltas y algunos envases de helados y cosas así por el suelo (la plaza cuenta con tres papeleras y contenedores de basuras que son ignorados)… ¿Los padres de las criaturas? Ya eran casi las seis de la tarde y estaban, en el culmen del banquete, tomando alcohol en forma de “cubas libres o no libres” y similares; no les importaban sus hijos, o al menos no demostraron preocupación alguna y cada cual siguió con “sus faenas”; cansados y asqueados, terminamos por irnos mi amigo y yo, pensando en las enseñanzas que recibirían aquellos niños, tanto de sus padres, como se sus profesores (que no maestros) e incluso del cura, que les predicara la religión que fuere… También nos preguntamos, si tenemos autoridades municipales o no y qué es lo que hacen… ¡Sí están de elecciones y prometiendo como siempre “el oro y el moro” a los infelices que les vayan a votar! y ese es el motivo de que éste artículo hable, del ayer y de 1855, así como de la catástrofe mundial del “Krakatoa”.
No sirve para nada pero y como siempre; “yo me escribo a mí mismo” y ello al menos, me consuela un poco; como “miembro de la especie de sapiens-sapiens a la que dicen pertenezco” y de la que me siento “muy orgulloso”…?
Preguntándome cada vez más incisivamente… ¿Dónde está el progreso?

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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