No más Mentiras

Antonio García Fuentes

EL “ORO” DE LA POLÍTICA

El hombre y desde que se acuñó moneda o se dio valor tangible e intercambiable en cualquier lugar a la plata y al oro; viajó en busca de estos metales, jugándose el pellejo, para obtenerlos lo más fácil y rápido posible y volver luego a sus lares, cargado de riquezas y sorprender en primer lugar a los lugareños de su tierra, con lo que él había sido capaz de hacer en un tiempo no muy largo para así poder disfrutarlo en el tiempo en que aún su vitalidad le acompañaría, para envidia de los que cuando marchó eran sus iguales.
Ese afán “o veneno” de hacerse rico cuanto antes y a costa de lo que sea, es una constante que llega hasta nuestros días y lo estamos viendo diariamente, si analizamos el aluvión de noticias que nos llegan, sobre todo de “la casta” de políticos y otros especuladores, cuyo fin y meta fue solo una, el enriquecimiento máximo y en el menor tiempo posible: La diferencia de los que arriba digo y la de estos otros, es que aquellos se jugaban el pellejo y muchos morían en el intento, hoy no se juegan nada y logran sus fines, mediante las mil tretas que saben realizar los que llegan a las alturas precisas, que les convierten en inmunes para practicar “su particular patente de corso”.

Aquellos primeros, sus cronistas e historiadores posteriores, endulzaron sus cruentas hazañas, con el “cuento” de que llevaron la civilización a aquellos lugares; pero eso no fue la idea inicial, ni mucho menos… “lo de la civilización –si es que los civilizaron los incivilizados que allí arribaron- llegó como una consecuencia, de dominación ejercida al máximo; cosa que ha ocurrido desde que el hombre organizó expediciones de dominio y conquistas; los nativos quedaron marginados, muchos de ellos por muchos siglos, cómo podemos notar analizando lo que hoy mismo ocurre en muchas partes del mundo, donde aquellos pueblos siguen siendo explotados por los cabecillas que dejaron los invasores y los mismos invasores, desde fuera, pero en connivencia más que “matrimonial”, con esos “delegados sumisos y que siguen dominando por medio de las fuerzas que de siempre dispusieron”.
El poderoso y como antes, mediante el gran capital y lo que hoy se denominan “multinacionales” (antes compañías patrocinadas por las coronas nacionales de los países colonialistas) siguen explotando todas las riquezas terrestres, dejando las migajas para los colonizados, que hoy y en realidad, “ya somos todos los terrestres”.
Y digo que somos todos y lo reitero, puesto que cuanto nos suministran, nos lo hacen pagar el precio que ellos quieren, incluso los impuestos que hemos de soportar, sobre los que luego “meterán dientes, muelas y quijadas” y se llevarán todo cuanto quieran, mientras a las poblaciones las empobrecen según les viene en gana; o sea que de colonizar “aborígenes”, han terminado por “colonizarnos a todos”.
Por todo ello, los antes pequeños ejércitos o partidas de mercenarios, que embarcados en pequeñas flotas, fueron a la conquista del oro y la plata, se han ido transformando de forma muy inteligente y sibilina y han terminado por conformarse, en grandes ejércitos de políticos y asociados, que a todos los niveles y en todos los ámbitos, saben organizarse para mangonear los presupuestos públicos (erario o dinero público) y emplearlo en beneficio propio y de los allegados o auxiliares que les propiciaron, la gran conquista, que en poco tiempo logra el que sin escrúpulo alguno… “es capaz de robar a su padre o madre en beneficio propio y repartiendo lo mínimo que pueda… puesto que es insaciable”.
Y como con el trabajo honrado e individual, la vida resulta muy difícil y apenas pocos llegan a la autosuficiencia deseada, pues ocurre lo que con gran inteligencia, desarrolla en un párrafo memorable una periodista muy inteligente, la que afirma lo que sigue:
“Y como señalaba ayer un interesantísimo estudio elaborado por ABC, apenas un once por ciento de los dirigentes patrios procede de la economía real. Los demás, una abrumadora mayoría de gestores de la cosa pública, ignoran lo que es levantar la persiana de un negocio cada mañana. Su pan depende de unas siglas. Ahí radica la esencia de una lacra que, a fuer de crear distancia entre elector y elegido, hace irreconocible el sistema”. (Isabel San Sebastián en ABC del 20-04-2015)
Imaginemos pues, si de cada cien que viven hoy de la política (más los incontables que están al acecho para vivir de ella) nada menos que ochenta y nueve, están con el miedo a perder “la teta” o no llegar a ella; imaginemos pues, lo que harán unos y otros para sostener “el vital alimento” o llegar a las fuentes del mismo.
¿Servir al pueblo?…. “Tururúúúúúúúúúúú.
Y esto no crean que es de hoy, esto ocurre desde que el hombre se conformó en tribu, o sea mucho antes de que llegaran a ser pueblos… “y por aquello de que mientras más gatos más ratones”.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y http://blogs.periodistadigital.com/nomentiras.php

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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