España es el país del… “sí pero no”; aquí te retuercen las palabras y los números y se oculta o tapa lo más escandaloso, con “el más tenue velo que se pueda imaginar y todos tragan con el apaño”.
Reciente está la brutal rebaja de una fianza “monstruosa” impuesta a los que han perpetrado la brutal estafa, o lo que sea ese delito que es “el caso Bankia” (pues delito es por mucho que lo envuelvan en “celofán”) la que de mil y no sé cuántos millones de euros, la dejan en treinta y tantos y ello permite a los implicados, salir del paso actual y seguro que en espera que todo ello, sea reducido a nada, puesto que aquí; “nada gordo ha pagado jamás con arreglo a la realidad del delito cometido”.
Por otra parte lo de la fianza es algo que debiera haber desaparecido hace mucho tiempo, se mete o no al sospechoso en la cárcel, se le practican embargos preventivos “por si las moscas” y se le insta para que aclare todo lo “obscuro o sucio de que se le acusa” y todo ello con la máxima premura, para que las cosas queden claras cuanto antes mejor y nó, en “esos viajes a Marte, en que se convierten ya muchos pleitos que al final terminan en agua de borrajas”. También y para que la justicia fuese mucho más justa, la fianza tiene que desaparecer puesto que el que no tiene dinero para pagarla, siempre estará en desigualdad del que lo tiene de sobras.
También ocurre en esos tinglados que antes se denominaban, “suspensión de pagos” (que no de cobros) y que hoy han “bautizado” con otro nombre, pero que en ambos casos y en una abundancia enorme, los “cazados en estas trampas comerciales”, jamás cobran nada, o a lo sumo les llegan “unas migajas”, para consuelo de unas víctimas, que han sido timadas sobre la base de que por “el malabarismo de los números y valoraciones fantasmas”, son admitidos estos fraudes o quiebras fraudulentas, como un compás de espera, por cuanto se presume y afirma, de que la valoración de los bienes que hay, supera y en mucho a las deudas contraídas, lo que teóricamente garantiza el que los acreedores cobrarán toda su deuda.
En lo referente a “cuentas políticas” ya es el disloque, te presentan unas cuentas que en realidad son verdaderos artificios de mentiras y “adobos” de todo tipo, para presentarte mentiras repelentes como verdades esplendorosas y donde sus autores o culpables, salvan la cara pero “a cara de perro”, puesto que la realidad es otra muy diferente a la que te quieren colocar con total impunidad.
De ahí el brutal desprestigio de la política que se practica y los políticos que la protagonizan, donde para encontrar una verdad, habría que tratar de imitar al sabio Diógenes y “encender una linterna a tenor con los tiempos que corren” y la que de hecho no serviría para nada, por cuanto arriba digo, de que al final “lo blanco te lo transforman en negro o en el color que más conviene en el momento que conviene a quién presume de votos y autoridad”.
La crítica no sirve hoy para nada, ocurre como en las grandes serpientes de este mundo, las que “se tragan la presa que sea y sea del tamaño que sea, puesto que tienen unas tragaderas que deja pequeñas a estas grandes sierpes, capaces de tragarse a un hombre o a una vaca”.
La justicia, que debiera equilibrar incluso actuando de oficio, no sirve para nada importante, puesto que de servir, la enorme corrupción que inunda a España, no existiría ni por asomo; ya que si actuara como se actúa cuando una plaga amenaza, cortarían muy a tiempo lo que nunca llegaría a ser grande en su podredumbre y consiguiente destrucción de bienes económicos y sociales.
Hoy les dejo un preámbulo de un artículo muy largo, que recientemente ha publicado el Sr. Centeno, que ya y por su abundancia pareciera que predica, “El Apocalipsis bíblico más que lo que afecta a la realidad española”; como les dejo la dirección pueden leer el resto, si es que tienen ánimos para amargarse el día.
“Imaginen un padre de familia reuniendo a sus hijos alborozado y diciéndoles: «Este año hemos mejorado nuestra renta en 10.000 euros, pero para ello he tenido que endeudaros en 73.000». La primera reacción de sus hijos no podría ser otra que inhabilitar a ese padre insensato antes de que los arruine definitivamente, y la segunda someterle a tratamiento psiquiátrico por dar tan visibles muestras de demencia. Claro que también podría ocurrir que este padre de familia fuera un pérfido mentiroso que ocultara a sus hijos la realidad para que siguieran obedeciéndole. Este desalmado padre de familia se llama Mariano Rajoy y administra las vidas y haciendas de 46 millones de hijastros que se llaman españoles”. http://blogs.elconfidencial.com/economia/el-disparate-economico/2015-04-20/crecer-segun-rajoy-por-1-de-pib-7-3-de-deuda_762680/
Y además éste “padre de la patria” anda a voces por ahí, diciendo que él y su partido son los mejores para sacarnos de la sima donde nos han colocado en connivencia con sus antecesores; pero si éste es el mejor… ¡Cómo serán los peores! Ya lo veremos en las urnas y muy pronto.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y http://blogs.periodistadigital.com/nomentiras.php