La antigua y mítica “Ruta de la seda” y que uniera por tierra al entonces muy avanzado imperio chino, con el también muy avanzado imperio Romano; curiosamente se va a repetir ahora, también por tierra y que partiendo de la ciudad china (Yi Wu) situada a las orillas del Océano Pacífico y como origen de esta nueva vía de comunicación ferroviaria, que terminará en la mesetaria y española Madrid; tras recorrer nada menos que unos trece mil kilómetros, en los que empleará veintiún días, llegando a Madrid precisamente hoy nueve de diciembre y como viaje inicial. En el trayecto atravesará toda China, todo Kazajstán, gran parte de Rusia (con escala en su capital Moscú), Bielorrusia, Polonia, Alemania, Francia y finalmente España; y por descontado, haciendo paradas de carga y descarga en las más importantes ciudades o centros industriales de tan larga ruta; puesto que esta inmensa vía, tiene que haber sido pensada con todo tipo de estudios para rentabilizar la misma, ya que en sí misma, este va a ser uno de los grandes negocios del presente siglo y sin que las armas y ejércitos de invasión, intervengan… “alabados sean todos los dioses si ello reporta prosperidad”.
Tan es así, que ha sido programado por tres potencias mundiales, que conjuntamente lo van a explotar y que son China, Rusia y Alemania; y es claro que lo que tratarán es de que les sea lo más rentable posible. “todas las guerras se emprenden con ese único fin y esta será una guerra comercial más”.
De momento será empleado sólo para contenedores tipo estándar y para agilizar el transporte al máximo. Imaginemos la cantidad de toneladas de mercancías que pueden circular de esta forma y por ferrocarriles de doble vía; y que además China ya se prepara para ramificarlos con vistas a, “invadir Europa cada vez más con sus mercancías que ya y vía marítima, invaden gran parte del mundo”.
¿Por qué este negocio que más parece una invasión militar? Sencillo; el transporte y por orden económico, el más barato de realizar es el que se hace por el agua, después le sigue el que circula por vías ferroviarias, tras éste el de por carretera y finalmente el más caro de todos es el que se realiza por el aire.
Por todo ello y si miramos el mapa por donde recorrerá esta línea general, que no atravesará ningún mar… la velocidad del ferrocarril, compite con la lentitud de las vías marítimas y puede ser que por ello, este gran despliegue sea tan comercial o más, que el que hoy sostienen los barcos porta contenedores; o sea todo estudiado, como se debe hacer en cualquier negocio.
Ahora veamos qué “les dejan” a los países que piensan explotar y que también son productores de infinidad de todo tipo de mercancías, que se supone querrán “montar” en tan fabulosa vía de comunicación y transporte; lamentablemente de esto no se ha hablado nada y la noticia ha saltado a la prensa, sólo cuando ha salido el primer tren de aquella zona que es una de las muy industrializadas de China.
El gobierno español nada ha dicho (que yo sepa) y se supone que tendrá que moverse con la agilidad que el caso requiere y por cuanto desde España, podemos enviar de nuestros productos industriales o de cualquier tipo comercial que pueda adaptarse a esta forma de transporte y que pueden ser desde la inmensidad de buenos vinos que España produce, hasta jamón, aceite de aceituna (mal llamado de oliva) y vete a saber cuántas cosas más, ya que habrá que tratar de explotar también ese medio, aun cuando y ello es lógico, pagando lo que sea razonable, puesto que no nos lo van a dar gratis.
De cualquier forma podemos considerarlo en principio, como un muy buen sistema de comunicaciones e intercambios, entre la mayor parte de las poblaciones que hoy habitamos este planeta; ya veremos lo que resulta en realidad. De momento intuyo que habrá de ser construida una inmensa red de instalaciones auxiliares y por tanto de creación de nuevos puestos de trabajo, de los que tan necesitados estamos en muchos territorios; todo lo cual significan buenas noticias y nuevas esperanzas de que de verdad todo ello sea en mejora para inmensas áreas geográficas, cuyo desarrollo podrá ser acelerado y en bien de todos… ojalá que la realidad así lo demuestre.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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