Invito a cualquiera que lea lo que sigue “sobre la ley y los delincuentes en España”; y que luego aporte algo sobre la imposibilidad de que esto pueda darse en cualquier país medio civilizado del ancho mundo; puesto que a mí personalmente, me ha situado hace miles de años y mucho antes de que fuera grabado en piedra (está en el museo del Louvre en París) el famoso código de Hanmurabi, (1760 a. de C.) primer código escrito en lo que se dice fue la cuna de la civilización actual; puesto que en aquellas épocas (y tristemente hasta hoy) la ley fue siempre… “las armas del vencedor”, cosa que muchos siglos después, certificaría el bárbaro Breno, a las puertas de Roma, con su terrible frase después de saquear la ciudad… ¡¡Ay de los vencidos!! Depositando en la trucada balanza que pesaba el oro, su espada y como nueva pesa a añadir a lo pactado, cosa que los indefensos romanos “hubieron de tragar”.
Lo que someto a análisis de mis lectores es lo que increíblemente se ha publicado en los días en que esto escribo.
“Lesmes critica que la ley está hecha para el «robagallinas» y no para el defraudador: El presidente del Consejo General del Poder Judicial ha cuestionado la vigente ley al señalar que no «da respuesta a las nuevas formas de criminalidad». (EFE 21-10-2014). El presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo (TS), Carlos Lesmes, ha abogado por reformar la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim) al considerar que la actual está pensada para el «robagallinas» pero no para el «gran defraudador ni los casos de tanta corrupción”: http://www.cadenaser.com/espana/articulo/lesmes-critica-ley-hecha-robagallinas-defraudador/csrcsrpor/20141021csrcsrnac_35/Tes
O sea más claro y duro… ¿Nadie de los numerosísimos legisladores que llevamos “elegidos” desde hace ya cuarenta años, ha reparado en ese abismo existente y por el que se han colado ni se sabe cuántos delincuentes de “alto pelaje”… o es que con toda premeditación y alevosía, se fueron conformando esas leyes que hoy no sirven para nada o casi nada, para precisamente prevenir las enormes fechorías que han ido ocurriendo y siguen en esta desgraciada España? ¿Esto es una verdadera democracia? Tururuuuuuúúúú.
No se necesita ser muy inteligente para sacar conclusiones con una claridad meridiana; máxime recordando a aquel gran sinvergüenza o sin escrúpulos, que se apellidó, “Romanones” y que aquí también en la España de entonces, se le asigna la aviesa frase o sentencia, que afirma… “Vosotros haced las leyes pero dejadme a mí que yo haré los reglamentos”; por lo que el indefenso pueblo español, acuñó la frase de que… “En tiempos de Romanones se hacía lo que a él le salía de los cojones”; lo que ya es un certificado de la siempre indefensa masa de españoles, mangoneados siempre por pocos y bien preparados; “sin escrúpulos” para saquearlos como ahora nos han saqueado y nos siguen saqueando.
Lo que en realidad tan poco es nada nuevo bajo el sol que “calcina este planeta y a sus masas de indefensos habitantes”; como demuestra otro hecho histórico pronunciado nada menos que por un rey de su tiempo, el que dejó para constancia de la triste historia del ser humano, la siguiente “sentencia”.
POLÍTICA Y JUSTICIA: «La ley es como una red que atrapa las moscas y deja pasar a los pájaros». La política se creó para «legalizar» la corrupción. (Anacarsis. siglo VII a.C.)
Al menos ahora y por boca del que consideramos el mayor cargo de la Justicia Española, posiblemente por cuanto “ya se le revuelven las tripas”; ha manifestado lo que todo español que piensa y analiza, sabe desde que empieza a ver las cosas que aquí ocurren y se pregunta el porqué de ello.
Así es que viendo lo que hay, ya podemos saber lo que nos espera; o sea que aquí se hará como siempre, borrón y cuenta nueva… y a seguir explotando los bienes públicos y esquilmando a los privados todo cuanto les dé la gana, puesto que para ello hicieron y seguirán haciendo… “eso que dicen son leyes y eso otro que dicen es la justicia”; menudo porvenir espera a los que sobrevivan este nuevo desastre español y el que seguirá creciendo, por cuanto no confiamos en que sea “cortado y saneado”. Yo y tras tres infartos soportados y próximo a las “ocho décadas”, espero irme pronto de aquí, cosa que será un alivio y por aquello de que… “muerto el perro se acabó la rabia”.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo) www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y rhttp://blogs.periodistadigital.com/nomentiras.php