Ya ha quedado lo suficientemente claro que de lo que se trata es de “proletarizar cada vez más a las masas”; que la posible riqueza que se produzca sea acumulada en cada vez menos manos y que el resto viva o sobreviva como buenamente pueda; y el que no pueda vivir, que sucumba de la forma que sea; los gobiernos no gobiernan para todos y si bien eso no es nuevo en este perro mundo, pero ahora y debido a la enorme tecnología con que cuentan, está quedando claro todo ello y a la vista está la gran regresión o retrocesos económicos y sociales que padecemos; donde y como signo pernicioso por demás, están desapareciendo las denominadas clases medias que fueron las que de alguna manera, sirvieron de puente para que los que no tenían nada tuviesen lo que ni soñaron y escalaran puestos con cierta facilidad, que hoy (reitero) y debido a tan excesivos controles y barreras no será posible.
Ni las universidades, ni las que se dicen organizaciones obreras o empresariales y muchos menos los partidos políticos, supieron encauzar razonablemente lo que se venía encima y a la vista está el desastre total y que aún sigue profundizando pese a cuanto cacarean los que sin problemas que les acucien, cobran suculentas pagas cada mes (asegurándose incluso esa gran vida para cuando les llegue la jubilación) y a costa de los ya muy exprimidos contribuyentes. Y quede claro que no me refiero sólo a España que es donde vivo; al parecer este problema se agudiza en todo lo que se ha venido en denominar “civilización occidental o europea”.
La “seguridad social”, que curiosamente se inicia en Alemania y bajo el régimen capitalista de un káiser del siglo XIX y que luego copiaron el resto de países europeos y no europeos; se ha ido debilitando de tal forma y manera, que de nuevo los políticos “aconsejan” un sálvese el que pueda; puesto que otra cosa no es el aviso de que el que quiera tener una vejez más o menos segura, que empiece a ahorrar por su cuenta si es que tiene medios para ello; si no es así, se arriesga a recibir en su día “las limosnas oficiales de que dispongan los gobiernos de turno y si no hay ni para limosnas oficiales, ya se sabe, de nuevo a extender la mano y recibir la caridad de la calle y como hace no mucho tiempo ocurría a grandes masas de desgraciados”.
En el intervalo, los grandes políticos o magnates (¿serán más bien mangantes más que otra cosa?) del mundo, no paran de mantener reuniones y reuniones; en las que nos dan declaraciones engañosas o mentiras más claras que el agua, pero en las que cada cual lo que busca es sus situación privada y eternizarse en darse la vida padre a costa del dinero del contribuyente del área que sea, puesto que al ser ellos los que dirigen y reparten, ya procuran que nos les falte sino todo lo contrario; lo que hace bueno el sabio dicho popular y que afirma… “que el que parte y reparte se queda siempre con la mejor parte”.
No se dan facilidades para que el pequeño levante cabeza e inicie empresas que como semillas iniciales muchas de ellas llegasen (como antes ocurriera) a grandes empresas y con grandes plantillas de trabajadores que entraban en ellas y allí permanecían hasta su jubilación; hoy ha desparecido todo aquello y lo que ha imperado y sigue imperando es una feroz, absurda, brutal y destructiva “burrocracia”, que más que facilitar entorpece cualquier iniciativa privada de algo nuevo. Hoy todo son facilidades a las grandes corporaciones o multinacionales, puesto que todo el aparato político, de medios de comunicación social e incluso del crédito oficial, van encaminadas hacia estos vampiros que lo que crean es pobreza más que otra cosa.
El resultado de todo ello, son parte de los millones y millones de parados que no encuentran ni van a encontrar trabajo; de los millones y millones de estudiantes que lo que les enseñaron en las universidades tampoco les sirve de gran cosa y por ello vegetan (los que pueden) en casa de sus padres, aún ya con canas en el pelo y pese a ello sostenidos por las pensiones (“antiguas”) que aún cobran los progenitores; mientras “todos los campos que no hace mucho eran productivos, la política actual los ha convertido en eriales, donde sólo florecen las drogas, los mil entretenimientos, la molicie y por tanto la destrucción más o menos segura que vendrá antes o después”.
Lo estoy viendo en mi propia provincia; que es muy rica en recursos naturales, muy extensa (13.500 Km2) y poco poblada (650.000 h.) donde hoy cuando escribo, leo en un periódico provincial lo que sigue… “Sólo en el año 2012, se calculan que cerraron mil establecimientos en la provincia de Jaén”. Provincia en la que “la nueva inquisición política”, pone obstáculos absurdos, incluso estando un establecimiento ya abierto como bar de tapas y al que le precintan la cocina, llevando ya muchos años guisando en la misma, por cuanto (y es cosa muy excepcional) tiene incluso tiro de humos directo al tejado y por chimenea instalada cuando se hiciera el edificio hace ya treinta años o más; aun así, ahora le obligan a presentar proyectos y papeles, gastar un dinero que no tienen y quedar en peligro una pareja de jóvenes luchadores (hombre y mujer) que trabajan en su negocio algunos días hasta catorce horas, simplemente para ir saliendo adelante y pagándoles a todo el mundo… “esa es la política inquisitorial que seguimos padeciendo en España donde no se hace otra cosa que poner obstáculos hasta a aquellos que ya nos los tenían”. Mientras y como seguimos viendo y padeciendo, “los grandes delitos se soslayan u ocultan y nadie responde de nada”; lógico la indignación que ya padecemos la mayoría de indefensos españoles y que seguro, la vamos a demostrar tan pronto nos llamen a votar estos inútiles.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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