No más Mentiras

Antonio García Fuentes

El paro, el trabajo, la máquina y los esclavos

En las religiones que se derivan de La Biblia… el que escribiera aquel párrafo, no debía tener “el caletre muy al día”; puesto que aquello de “echar del paraíso a la que se nos dice fue la primera pareja” y encima de echarlos desnudos, los maldicen con aquella terrible sentencia… “ganarás el pan con el sudor de tu frente”: es como para pensarlo y repensarlo, puesto que los creyentes en aquello y los sacerdotes que difundieron la maldición, se lo tomaron tan a pecho que se terminó por odiar al trabajo… sobre todo los trabajos duros, que entonces, lo eran casi todos.

Después alguien mucho más iluminado plasmó la más piadosa sentencia que afirma el que… “El trabajo dignifica al hombre”; cosa esta humana por demás y que indica también, que el hombre tiene que trabajar para vivir dignamente.

Lo que ni en aquellas épocas ni mucho después; “aquellos escritores” intuyeron el que llegaría una época, en que ese hombre… “Y trabajando con la mejor de sus herramientas y que siempre serán su cerebro y sus propias manos”; llegaría a inventar tal tipo de máquinas y tal cantidad de ellas; que serían todos esos inventos los que le impedirían trabajar, aún deseando hacerlo; puesto que gracias a esas máquinas, hoy se trabaja muy poco y se puede (“o podría”) vivir infinitamente mucho mejor; trabajar mucho menos… y dedicar el tiempo sobrante a por ejemplo… “cultivarse espiritualmente en los infinitos trabajos aún por hacer para de verdad llegar a ese estado añorado de mente sana”… sin olvidar, claro está, el cuido del cuerpo físico, ya que es un complemento imprescindible para que rinda… “el otro”… “bueno hoy no me explico muy bien, pero seguro que muchos me van a entender”.

Hoy y tomando el sol, en el lugar donde echo migas de pan a mis amigos los gorriones; me viene a la mente, el siguiente… “disparate”.

¿No habrá llegado el momento de actualizar la relación hora de trabajo, dinero invertido, dinero generado y reestructurar lo que en realidad interviene y supone, mano de obra, dinero empleado y máquinas que intervienen?

O sea y “un poco más claro”… ¿No ha llegado el momento en que no sólo el hombre y a través de sus consumos sea él sólo el que tenga que soportar todos los impuestos y el sostenimiento de los ya costosísimos aparatos políticos que lo ahogan?

¿No será ya el momento en que se piense, que la máquina y el capital que mueve toda la economía y todas las producciones, sean los que tengan que compartir y de forma equilibrada y equitativa, el coste de todo ello?

¿No será ya hora de equilibrar las jornadas de trabajo y repartir el mismo de forma que haya trabajo para todo aquel que de verdad quiera trabajar?

¿No será ya la hora de internacionalmente estudiar todo ello y que desaparezcan la cantidad de esclavos, que como “modernos trabajadores” lo que hacen con esos nuevos trabajos forzados, es destruir el bienestar conseguido en donde ya pudieron liberarse de esa maldición?

¿De verdad y con todos “los aparatos” con que hoy cuenta el hombre, no se puede llegar a lo que pretendiera Pitágoras… que hubiera muchos menos ricos para que hubiera muchísimos menos pobres o a que no hubiese ninguno?

Cuando ve uno, esa maquinaria que saca toneladas de pescado, de papas, de zanahorias, de trigo, maíz, soja, arroz… minerales de todo tipo, manda mensajes en segundos a cualquier lugar del mundo, aviones, barcos… incluso logra salvar vidas con delicadísimas herramientas, actuando en el propio vientre donde el aún no nacido, precisa esa ayuda para llegar a este mundo en buenas condiciones… cuando… ¿cuántas cosas más? Piense el que esto lea y complete la lista que debe ser interminable.

Y llegado al tope a que pueda llegar quién sea, que se pregunte… ¿Y todo esto para qué sirve o ha servido… para que inmensos capitales cada vez más enormes, se acumulen bajo una sola persona que en breve morirá y desaparecerá de este mundo y no se podrá llevar de aquí… ni sus cenizas?

¿Yo no lo entiendo… y usted? ¿Cómo no se convocan reuniones a todos los niveles tratando de llegar a metas que cada vez e inexplicablemente en vez de acortarse se alejan? No lo entiendo.

Finalizo con la terrible estampa última de una crimen horroroso… más; y cuyo culpable, no tiene otra explicación que la avaricia humana… se trata de ese edificio que se ha hundido en Bangladesh, precisamente por la enorme carga que soportaba, de “esclavos pegados a sus máquinas, con las argollas que imponen los nuevos negreros o tratantes de esclavos”; los que han provocado esa masacre, que en cierta medida, “yo la veo, como cuando aquellos malditos barcos, cargados de esclavos, iban tirando por la borda, a aquellos pobres que no aguantaban la travesía y enfermaban en ella”. Y es claro, como eran considerados como mercancía ya no vendible… “había que tirarlos”.

No creo que en el actual mundo, existan más de un centenar de personas verdaderamente situadas, en los centros de poder, donde “estas cosas”, debieran verse, analizarse y ponerlas en marcha… ¿Pero dónde están estos individuos y a qué se dedican… duermen tranquilos todas las noches… o todas sus siestas?

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí más)

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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