Lo rescaté el domingo 27-01-2013 y lo guardé para publicarlo cuando estimase oportuno; puesto que al ser intemporal, su validez va a ser larga. Arranca el diálogo, por el impacto que el siguiente párrafo hace en el lector.
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“También debo decir (y en esto me reitero) el que yo… no trato de adoctrinar a nadie, ni presentarme como alguien excepcional; simplemente, que tengo inquietudes y ello me obliga, a lo que pudiéramos denominar… el tocar la campanilla: a ese toque acuden los que quieren y la inmensa mayoría (supongo) ignora ese toque; pero los que acuden, bien venidos sean si saben tocar su campanilla y entre todos logramos un concierto armónico y en el que cada cual aporta su tono, para que sea obtenida una armonía que a todos enriquezca… así pues, nadie obliga a nadie, ni yo estoy obligado a contestar a nadie, pues tocada mi campanilla, he cumplido con lo que yo mismo me impongo y sin ánimo de otra cosa que lo ya dicho… simplemente que para que un sonido (idea o reflexión) se transmita… “hay que tocar la campanilla y el que no quiera oírla… simplemente que no abra la puerta”. (Fue escrito en el 2001) (Corresponde al último párrafo de mi artículo: “Cultura… ¿de verdad se quieren enseñar”? (enero 2013 está en mi Web)
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“Para muchos, su lucha es ignorar dicha campanilla, pues su sonido les transporta a una realidad en la que no tienen absolutamente nada con que afrontarla. Es más fácil seguir al rebaño envenenado aún sabiendo que tienen que pagar un alto coste. Pablo”
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“Triste sentencia la que usted aporta… si es así… no hay solución; o no la hay a lo largo de la vida de «todos los hoy vivos»… amén. AGF
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“Si, triste y demasiado dura, pero así es como hay que reconocer a este pueblo, a esta sociedad, cuya cobardía y apatía nos ha llevado a cotas alucinantes. Al contrario que usted pienso yo, ¡si hay solución!, costará mucho pero al final, estoy convencido que de aquí saldremos algo escaldados y aprendidos, no seremos del todo serios, pues, ¿qué pueblo está libre de pecado?, pero como le digo, estoy convencido que de esto aprenderemos. ¡Si los vivos, no damos muestra de fortaleza!, ¿quién las dará?, ¿los que han dado su vida por la Vida? Personas como usted, d. Antonio, nos enseñan a amar la Vida, a respetarla y a mirar la historia con respeto, cada día aprendemos algo aunque sea una pequeña parte, pero esa pequeña parte es lo que tenemos que proteger y enseñar a nuestros menores. Es un gran reto ser filósofo pues, te hace temblar el decir lo que por la mente de un pensador pasa, lo que no es ni más ni menos que el intentar llegar a comprendernos a nosotros mismos, a todo lo que nos rodea y como nuestras pautas, van cabalgando en la historia y lo que es peor, hacer ver a los demás que nuestra realidad es la que vivimos no es una utopía. Gracias a que nuestra existencia va desde el pasado, pasando por el presente hasta el «futuro» y no al contrario”. Pablo.
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“Bien… su reacción es positiva, esperemos que como usted existan muchos cientos de miles; pues efectivamente no se acabará el mundo… «pero la travesía del desierto va a ser memorable y en ella quedarán ni se sabe cuantos inútiles». Indudablemente que los que sepan superarla, van a resultar luego indestructibles, pero va a costar… ni se puede saber. Y no es sólo «la Europa del Sur»… la denominada sociedad occidental, está tan fofa y deformada, que la han situado ante «un ordenador y le han dicho, este es tu dios supremo, adóralo y haz lo que él te diga»… y no, apretando botones no se llega nada más que a… «borrego cibernético». Mañana colgaré un artículo cuyo texto en su mayor parte, lo escribí y publiqué hace trece años; en él cuento lo que ya ocurría entonce y muchos años antes, puesto que lo que indico allí, empezó en la época de Franco (la ruptura de la disciplina en el aprendizaje y en la familia). Se ha conformado una sociedad débil, inexperta e los verdaderos «campos de la vida y donde el hombre y la mujer se forjaron, forjan y forjarán… las consecuencias son las que padecemos. Y como hay que empezar casi de nuevo… imagine la que les espera; y digo les espera… por cuanto a los viejos, ya sólo nos queda lo que yo estoy haciendo… que por cierto somos muy pocos lo que lo practicamos… y además, la floja y endeble juventud nos desprecia en general. En fin paciencia, esperanza y A TRABAJAR”. AGF
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“Por malos y perversos que sean los que gobiernan… los pueblos los soportan y les sobreviven… y eso es lo que hubo siempre… el sobrevivir del pueblo y de nuevo ponerse en marcha, tras las plagas soportadas… es la maldita rueda que rige esta Humanidad tan deshumanizada”… (Fue mi reflexión final al tal diálogo)

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más)