No más Mentiras

Antonio García Fuentes

Carta de un homosexual

Hace muchos años que leí que en alguna gran población californiana, se consideraba que más del diez por ciento de su población era homosexual. En mis tiempos de empresario tuve más de un empleado homosexual y uno de ellos sincerándose, me dijo y habló sobre los “ocultos” y sus reuniones privadas… “si yo le contara usted se sorprendería de lo que hay en nuestra ciudad”.

Leí hace muchos años sobre un experimento de laboratorio efectuado en USA, donde la acumulación de ratas, en jaulas y facilitándoles todo lo que necesitaban para vivir, pero no ampliandoles el espacio, se hacinaron de tal forma que… terminaban sufriendo diferentes aberraciones y entre las que entraba la de la homosexualidad.

Parece ser por cuanto y al parecer en el ser humano ocurre algo parecido; ya que la homosexualidad y debido a la fuerza que muestra, debe ya ser muy abundante; y las manifestaciones masivas que hay (no olvidemos los ocultos como me dijo aquel empleado) lo demuestran con una realidad creo que indiscutible.

Por mi parte (y lo he dicho y escrito infinidad de veces) nada que objetar hacia cada ser humano, mayor de edad, y cuyos goces carnales los practique como mejor le venga en gana. He tenido cierta amistad con algunos homosexuales y la sigo teniendo y nada que objetar con los que conozco; son como el resto; y punto.

¿Pero qué es la homosexualidad y por que se sufre y padece… o se goza, según dicen los del “orgullo gay”? Yo y desde muy atrás y como profano en medicina, siempre creí que era “una enfermedad”… una más, que por lo que sea, la naturaleza produce por vete a saber qué motivos, o causas.

Pero he aquí que recibo una carta de un homosexual; que hecha pública, me transmite persona que me merece confianza. Pero que aún con las reservas que se quieran, someto a mis lectores, esperando que entre ellos existan homosexuales y que ellos opinen, para que los conozcamos mucho mejor y siempre, pensando humanamente y por tanto sin un rechazo gratuito a esos seres que son diferentes, de eso no me cabe la menor duda, pero “la diferencia es lo normal en todo el Universo, donde no hay dos cosas iguales”.

Por mi parte, no acepto “lo del matrimonio”, ni la adopción. Lo primero por cuanto considero sin discusión posible, que el matrimonio es el que forman, mujer y hombre con el deseo de dejar descendencia y así se responsabilizan de la continuidad de la especie; cosa ésta a tener muy en cuenta; y la adopción, por cuanto considero que el pequeño ser humano, necesita igualmente una mujer y un hombre de igual tipo al anterior y por los motivos de que han de ejercer de… “padre y madre”, cosa cada vez más difícil, viendo el mundo como va. Acepto la unión homosexual pero con diferente denominación y por tanto con diferentes obligaciones y derechos.

Veamos algunos párrafos de lo que el citado homosexual confiesa en su carta.

“Hola soy Fernando de 30 años y en este tiempo muchos hablan de nosotros por eso, déjenme contarle mi historia. Yo soy homosexual, y descubrir esto me llevo mucho tiempo aceptarlo…. fue y sigue siendo un proceso de aceptación. Para muchos. En el año 1973 sacaron a la homosexualidad del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales y la reclasificaron como un comportamiento normal, y se olvidaron que es una patología, es decir un trastorno metal. Además, debido al suicidio entre la juventud que experimenta problemas de orientación sexual, existe una necesidad urgente de intervenir con la terapia, mientras que son todavía jóvenes. Los que se suicidan por ser gay no es porque se sienten en una sociedad discriminadora, es porque sienten un vacío existencial un NO-SER, hay algo que te falta, hay algo para completar. Mas allá de las causas de la homosexualidad, que son múltiples hay que decir que la HOMOSEXUALIDAD por más que nos cueste aceptar es una PATOLOGIA que paralelamente manifiesta otras patologías (depresión, adición sexual, trastornos de ansiedad, etc.). Me da mucha vergüenza de muchos gay que supuestamente dicen que llevan la bandera del orgullo gay y ahora con la ley de matrimonio y adopción están haciendo exactamente lo contrario a ser orgullosos. Por favor dejen de querer ser como los heterosexuales. Lo que pasa es que conscientemente o inconscientemente el deseo de todo homosexual es ser hetero y soñar con la “familia feliz”. La categoría de matrimonio es de los heterosexuales y la adopción también. Si yo sé que soy homosexual, decidiendo no reorientar mi desviación sexual y vivo plenamente mi homosexualidad, acepto todo lo que ello significa: decido no ser padre y no tener la categoría del matrimonio que es de los heterosexuales. Me da pena que se haya tomado la puntera mediática de algo completamente injusto y que se haga voz de muchos que no estamos de acuerdo. Estos personajes mediáticos dibujan una realidad homosexual que no existe. Por favor No dejen que los niños puedan ser adoptados por un homosexual No estamos preparados para eso. Dejen a los heterosexuales con sus hijos y sus vidas. Lo mejor sería que la ley solamente tenga con las parejas homosexuales un sistema de pacto, no llamarle matrimonio y sin derecho a adopción. Naturalizar una patología y después legalizarla es una VERGÜENZA”: (las mayúsculas figuran así en la carta y es por lo que las coloco).

Hasta aquí una recopilación de lo que creo más necesario de saber; el texto íntegro es más extenso. Aquel que quiera tener el texto íntegro, no tengo inconveniente en enviárselo, vía correo electrónico; mi opinión sobre el tema ya la he dicho y reiterado muchas veces y curiosamente, coincide con lo que este homosexual expresa.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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