Titulo de esta forma, por cuanto en la gran cantidad de lugares “que frecuento y he frecuentado”, tanto en prensa en la red, como en la escrita, menos en la radio y nunca en la TV (aquí las mordazas son más fuertes)… y a lo largo de muchos años; rara vez el público, tampoco los comentaristas habituales, tocan este tema que es crucial y con el que deberíamos estar “dando matraca”… todos los días del año, a quienes dicen gobernarnos y que tan “caros” nos cuestan… y tan mal emplean el dinero que nos sacan por la razón de la fuerza y no por la fuerza de la razón; y que en realidad es por lo que más se preocupan, puesto que cuando dicen que va buscando “cotas de poder”… lo que en realidad buscan son, cantidades mayores de dinero, para simplemente disponer de ellas sin responsabilidad alguna y dirigiéndolas a donde más conviene… no al pueblo, sino a determinados intereses, de partido, de “padrino”, o simplemente propios o de nepotes.
Generalmente el político y para nuestra desgracia… “no tiene ni puñetera idea de lo que cuesta ganar el dinero a la mayoría de contribuyentes, en la vida normal y privada, donde muchos tienen que hacer más números que Pitágoras, para llegar a fin de mes”; por ello hay que recordárselo a cada momento; aunque luego y como ocurre infelizmente, se lo pasen todo por “los gúe” y sigan con su cara de cemento armado, sonriéndonos y haciendo promesas, la mayoría de veces… falsas.
Pero volvamos al tema y es el por qué pagamos impuestos; y qué origen tiene ello en la sociedad, antigua o moderna. Y ello es simple y hay que recordarlo siempre; debiera ser enseñado, incluso en las escuelas de primaria, puesto que debiera ser la primera lección política que recibiera el aún mozalbete o incluso niño. Por ello veamos. ¿Se ha preguntado usted alguna vez, el por qué y para qué paga impuestos? ¿Por qué debemos pagar impuestos por obligación de parte? ¿Sabe el receptor de esos impuestos la obligación que contrae con nosotros? ¿Tiene libertad plena para fijar cantidades y plazos? ¿Somos ciudadanos, súbditos, o siervos… y aún así; sabe que tiene que darnos cuentas que nos convenzan? Piense, deduzca lo que representa la obligación que le imponen y lo que recibe a cambio.
“Los impuestos como cualquier otro emolumento honrado, se pagan para recibir a cambio una contraprestación equiparable y que justifique plenamente ese pago, que no se hace para el libre albedrío del administrador político; que no se olvide, que es eso, sólo eso… un administrador circunstancial y el que debiera responder de ello y no sólo al pueblo, sino a tribunales que deben existir para vigilar el gasto o malgasto”… cosa esta, a años luz en estos tiempos “de progreso” (no se rían de lo de progreso, que los políticos insisten en que sí, existe ese progreso).
El gobernante hace un pacto con el contribuyente (en principio el señor feudal y sus súbditos o siervos, que no esclavos)… “tú me pagas tanto de tus ingresos (en principio era en especie, o sea un tanto de la cosecha, animales, etc.) y yo te garantizo la protección de tu vida, la de tu familia, tus bienes y… así, hasta llegar a los aeropuertos, o el tan cacareado “tren de alta velocidad, amén de la sanidad”.
¿Qué recibimos hoy…? pensando que en España (por ejemplo) alrededor del cuarenta por ciento, de lo que produce toda la nación, al final llega a manos del Estado, en sus múltiples tentáculos y que van, desde el Gobierno Central, hasta el más modesto ayuntamiento o municipio… pues juzgue usted mismo y échese a temblar, cuando vea la cantidad de latrocinios, que sólo la delincuencia común realiza impunemente… puesto que cuando vea un atraco, una violación, o incluso un asesinato… piense que pudo ser usted “al que le tocara” (no hablemos de la infinidad de otros latrocinios y de todo tipo y escalas, que cada día inundan la prensa)… y piense y deduzca para qué paga impuestos, si ni siquiera su integridad vital o de bienes, el que gobierna sabe como defenderlos, e incluso con toda la cara dura del mundo… “alguno dice que contratemos seguridad privada”; recientemente se lo decía un funcionario, a unos industriales, cuyo polígono industrial saquean impunemente; unos bandidos… “un día sí y cuasi otro también”.
Por ello tome nota… y si es religioso mucho más… por aquello de… “pedid y se os dará”… ¿pero qué se nos dará… que se nos está dando?… piense.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más temas)