El tándem formado por la cocinera murciana María José Martínez y el jefe de sala y sumiller Juan José Soria, lleva nada menos que cinco años dando color y sabor a la capital del Túria con su proyecto más personal: LIENZO, una magnífica experiencia gastronómica en el centro histórico de Valencia. Un restaurante de sensaciones repleto de sabores intensos y aromas frescos.

Desde su Alhama de Murcia natal, -lugar donde se impregnó de las tradiciones artesanales familiares con la miel, los olivos, quesos, leche, matanza y repostería casera-, pasando por fogones tan exigentes como los de Quique Dacosta, María José confió en su instinto y carácter curioso para instalarse definitivamente en Valencia y ser la artífice de una cocina desenfadada, inquieta, divertida y muy personal no exenta de técnica y creatividad.

Junto a ella, Juanjo escoge cuidadosamente, de entre las más de 260 referencias que componen la bodega de LIENZO, los vinos que mejor armonizan y ensalzan la paleta de sabores valencianos creada por María José.

La de LIENZO es una cocina elaborada con cariño en la que el producto valenciano y murciano comparten protagonismo: huerto, mar y montaña brillan en un espacio minimalista que busca la esencia de la sencillez, sin disfraces ni artificios, con postres sorprendentes que llenan de color los manteles de esta casa.

Carta compuesta por platos de clara raíz levantina en los que cada ingrediente esconde un sentido y una intención, entre sus creaciones más celebradas destacan el calamar dashi con encurtidos y su mantilla (una puntilla crujiente elaborada con su propia tinta), el tartare de quisquilla, tamarindo y mantequilla de maíz picante o el tataki de vaca rubia gallega con tupinambo de cultivo ecológico.

Especial protagonismo para el capítulo dulce de la carta, donde María José recupera el postre ochentero por excelencia: el pijama, a base de pinceladas de flan, fruta en almíbar, nata y helado, presentado en mesa con una inolvidable puesta en escena sobre un mantel de blonda. Mención aparte una apuesta muy personal de esta cocinera, la miel artesana; producida personalmente por la chef, este postre incluye cuatro bocados protagonizados cada uno por una miel diferente (milflores, de limón y añejada), lo que le aporta diferentes matices y texturas.

La propuesta culinaria de LIENZO incluye carta, menú diario a 32 euros y cuatro menús degustación (desde25 euros el de cinco pases hasta 90 euros el que elabora la chef a diario) en un local que anteriormente había sido una galería de arte moderno cuya huella se deja sentir en los diferentes espacios del restaurante: diáfanos, minimalistas y luminosos, se conservan los muros de piedra y ladrillo y en los suelos aún se aprecian los números que indicaban la ubicación de las obras. A escasos metros del restaurante, esta pareja de emprendedores regentan JERA, un segundo proyecto de tapas tradicionales en el que plasman su carácter perseverante, humilde y valiente.