«Aquel que niegue o cercene la libertad de expresión y de autonomía editorial y económica de los medios muy difícilmente podrá ser reconocido como democrático«. Éstas declaraciones del alcalde de Madrid han servido de acicate a Losantos para seguir clavando los dientes. Pese a que Gallardón le plantó una querella por decir esa misma frase -y ganó-, el de La Cope se ha puesto retador con el «déspota, que es lo que es«.
El periodista de La Cope fue condenado por un delito continuado de injurias graves con publicidad al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, a pagar una multa de 36.000 euros, a razón de cien euros por día durante 12 meses. «Barato«, ironizó en su momento el presentador.
Según la jueza Inmaculada Iglesias las expresiones proferidas por Losantos «no están justificadas por el legítimo derecho de libertad de expresión«. Pues él insiste:
«Lo que yo dije es que a Gallardón no le importa ni el 11-M ni nada con tal de conseguir el poder… Y es verdad».
Losantos ha dedicado buena parte de sus comentarios de las ocho de la mañana al alcalde de Madrid. Aunque ha asegurado que a él le han condenado «por decir que Gallardón quería pasar página del 11-M, que es lo que publicaba la portada del ABC, que entonces dirigía aquél que por poco consigue cerrarlo, y que es verdad que lo había dicho, sino hubiera salido a pedir una rectificación de la portada de ABC. Pero no lo hizo porque es verdad que lo dijo. Y a mí me condenaron por hacerme eco de esa información«.
Después de volver a eludir a «la bella Montserrat Corulla«, Losantos ha recalado en la deuda de Madrid:
¿Tenemos libertad de expresión para decir que nos parece despótico el que cercena la libertad de expresión? Si es su doctrina. La doctrina de «ambiciones», que en poquísimos años ha multiplicado la deuda de Madrid capital de tal manera que no la pagaremos en dos generaciones.
Y ha concluído:
¿Esto se puede decir o lesiona el honor de Gallardón decir que es una ruina?
