Sierra Nevada se puede recuperar

Sierra Nevada se puede recuperar

(PD).- Científicos de Granada han conseguido que dos especies autóctonas germinen y crezcan en el laboratorio. Creen que con una pequeña intervención del hombre, muchas plantas se podrían recuperar rápidamente al acabar la temporada de esquí.

Los trabajos de acondicionamiento de las pistas de esquí de Sierra Nevada destruyen un gran número de especies vegetales.

Para proponer nuevos mecanismos de restauración de la cubierta vegetal, investigadores de la Universidad de Granada han logrado el crecimiento en laboratorio de dos especies arbustivas autóctonas de la zona.

Según publica el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), con ellas intentarán mantener la biodiversidad en el Parque Nacional de Sierra Nevada.

Las especies vegetales de Sierra Nevada constituyen el 30% de la riqueza floral de España y se degradan por el mantenimiento con maquinaria pesada que durante la temporada de invierno se hace de las pistas de esquí. La erosión del suelo aumenta y la pérdida de biodiversidad se agrava, ya que de las más de 2.000 plantas vasculares presentes, 80 de ellas son endémicas de este macizo.

Este nuevo experimento, cuyos resultados aparecerán en el próximo número de la revista Central European Journal of Biology, permitirá «recuperar las zonas degradadas, perfeccionar la actual metodología de restauración de la cubierta vegetal e integración paisajística y favorecer el mantenimiento de la biodiversidad», explica al SINC Francisco Serrano Bernardo, autor principal del estudio e investigador en el Área de Tecnologías del Medio Ambiente de la Universidad de Granada.

Muestras de distintos suelos

Los científicos se han centrado en el estudio de dos especies arbustivas autóctonas de Sierra Nevada: Genista versicolor Boiss (Leguminosa) y Reseda complicata Bory (Resedácea), cuyo nicho ecológico está sobre todo en la estación de esquí y en su entorno.

Para lograr la recuperación en su medio natural, los investigadores han querido conocer «algunos requerimientos ambientales que estas plantas necesitan para optimizar sus procesos de germinación y crecimiento». El principal problema de los arbustos es que, a corto plazo, «no logran autorregularse naturalmente para recuperar su biodiversidad», como explica el experto.

El estudio se ha realizado a partir de tres muestras de distintos suelos de la estación de esquí. El objetivo, probar si las semillas de estas especies pueden crecer en diferentes condiciones experimentales. Los suelos no han sido aleatorios, sino que se seleccionaron en función de la orientación, la pendiente, la altitud y la situación de las pistas en la estación.

Éxito en el laboratorio

Los científicos han aplicado a las semillas tratamientos con diferentes reguladores del crecimiento vegetal (auxinas, giberelinas, citoquininas y etileno), «para mejorar los porcentajes germinativos y de crecimiento en laboratorio y facilitar la posterior traslación y aplicación de los resultados a la estación de esquí», apunta el investigador.

Las semillas germinaron y crecieron con éxito en el laboratorio. Según Serrano, la eficacia de los reguladores se ha comprobado en aspectos como la formación del sistema radical, la elongación del tallo, la expansión de los cotiledones (hojas simples que alimentan a la planta) o la aparición de hojas.

Se espera que, una vez aplicados al campo, los tratamientos «favorezcan la recuperación de la cubierta vegetal en un espacio de tiempo notablemente inferior al que se necesitaría sin intervención alguna», avanzan los expertos.

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