España se aleja del Protocolo de Kioto pese a dedicar 10.000 millones al cambio climático

(PD).- Pese a que la lucha contra el cambio climático ha ocupado una parte importante del discurso de Zapatero, y a que previsiblemente volverá a hacerlo durante la nueva legislatura, España se aleja cada día más de sus compromisos adquiridos en el Protocolo de Kioto.

Las emisiones de CO2 del sector eléctrico e industrial aumentaron en 2007 por encima del 3% con respecto a 2006, según avanzó ayer el secretario general para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático, Arturo González Aizpiri.

El dato viene a confirmar los peores augurios de los ecologistas, que consideraron la mejora de 2006 como una excepción. Y todo ello después de que el Gobierno haya dedicado más de 10.000 millones de euros en la estrategia contra el cambio climático, y previsto otros 4.000 millones para los próximos cuatro años.

El Protocolo de Kioto autoriza a España, por su menor desarrollo económico, a aumentar sus emisiones en un 15% para el año 2012, con respecto a las de 1990, año utilizado como base, mientras que el conjunto de la Unión Europea se comprometió a reducir sus emisiones en un 8%.

No obstante, en 2006 España había incrementado en un 48% la cantidad de gases lanzados a la atmósfera, es decir, 33 puntos por encima del límite máximo. Ahora, los datos de 2007 confirma el progreso negativo español en la lucha contra el cambio climático.

En declaraciones recogidas por la Agencia EFE, Aizpiri explicó que el incremento se debía «en gran medida» a factores climatológicos, ya que la «extrema sequía» provocó una baja producción hidroeléctrica, y, por tanto, un aumento de la generación térmica. El secretario general explicó que las emisiones en España van a seguir siempre «un comportamiento de dientes de sierra», ya que la disponibilidad de recursos hídricos en nuestro país es muy variable. Por ello, según Aizpiri, «ni tenemos que echar las campanas al vuelo cuando un año llueve mucho y reducimos más las emisiones, ni tenemos que pensar que estamos fracasando si un año es muy seco y coyunturalmente hay más producción térmica».

Además, reconoció si las actuales medidas para reducir emisiones no son suficientes, «hay que poner en marcha medidas adicionales», que el futuro Gobierno deberá abordar. España cuenta actualmente con una Estrategia de Cambio Climático y Energía Limpia; así como con un paquete de medidas urgentes. Así, en el plan de impulso a las energía renovables 2005-2010, el Gobierno comprometió 8.492 millones, a lo que hay que añadir 729 millones, entre 2005 y 2007, al ahorro y la eficiencia energética; y 650 millones gastados por el ministerio de Fomento. Además, en los llamados Mecanismos de Desarrollo Limpio, como la compra de derechos de emisión de CO2 o proyectos medioambientales en países en desarrollo, el Ejecutivo destinó cerca de 300 millones. De hecho, este tipo de inversiones son, y no la reducción de la contaminación en sí, el último recurso de España para poder cumplir con Kioto.

Para el periodo 2008-2012, el Ejecutivo prevé gastar 2.366 millones en su estrategia medioambiental, más otros 1.600 millones en la mejora de infraestructuras que puedan reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Sin embargo, los grandes desembolsos económicos no están surtiendo el efecto deseado, ya que, de acuerdo con Mar Asunción, portavoz de Adena, es necesaria una ley de ahorro y eficiencia energética que englobe todas las acciones contra el cambio climático. Asunción señaló que la actividad de las diferentes administraciones era en ocasiones contradictoria, y que, por ejemplo, los esfuerzos del ministerio de Medio Ambiente chocaban con la actitud de Industria. Además, los ecologistas reclaman un cambio del modelo energético, en el que primen las renovables en la oferta, y el ahorro en la demanda.

Signos positivos

El dato positivo de 2007 es que las emisiones de los sectores industriales no energéticos, que representan algo menos de la cuarta parte del inventario nacional de emisiones, se han reducido ligeramente o se han estabilizado, «en un contexto de fuerte crecimiento económico y de fuerte crecimiento de la producción». Para Aizpiri, esto significa que la «eficiencia energética de la economía española sigue aumentando».

Asimismo, según el Observatorio de la Electricidad de la organización WWF/Adena, marzo de 2008 fue un mes propicio para la energía eólica, que superó al carbón en producción eléctrica: un 16,7% frente a un 15,8%. El Gas Natural fue el principal origen de la energía (28,2%), seguido de la nuclear (22,7%). La generación hidráulica se quedó en el 4,2%.

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