Ningún dogma, ningún principio teológico excluye a la mujer del sacerdocio ni de que pueda ocupar la silla de Pedro. Las instituciones occidentales la han incorporado a la toma de decisiones y a sus puestos más altos. La Iglesia, institución divina, esta dentro de la historia, tocada por la historicidad, mordida por el tiempo. Muchos han tomado por doctrina evangélica tradiciones y costumbres. Hare todo lo posible para que la mujer tenga dentro de la Iglesia el papel que le corresponde.
Miércoles, 25 de abril