Me he fijado en un culo, ¿me estaré haciendo un viejo verde?

El asunto es muy sencillo. Vivo en las nubes, hace unos días bajé, casi coincidiendo con mi cumpleaños (54) y en lo primero que me fijé fue en un culo. Y la pregunta fue obvia ¿me estaré haciendo un viejo verde, quizás el hecho de que esté viviendo en el campo desde hace cuatro años, casi en medio de arboledas especialmente verdosas, pero que muy verdosas, esté acelerando este proceso? Y lo más preocupante: ¿Existe este proceso de convertirse en un viejo verde?, ¿pasamos todos los hombres por él?, ¿es una leyenda urbana, solo rural? ¿irremediablemente, tarde o temprano, tendría que fijarme en un culo?

Pero aún hay algo que me preocupa más con esto del culo y es lo siguiente: Si fuera un profesional del culoveoculoquiero, pues entonces podría decir que el que observé era… ponle el adjetivo que quieras: «bello», «precioso», «tentador», «deseable»… pero como no lo soy (y lo sé porque era la primera vez que bajaba de las nubes) el culo que vi ¿qué nota le pongo?, ¿cómo lo califico?, ¿cómo lo defino si no tengo otro con el que comparar?.

Y esto me lleva a otro problema: ¿Es que quizás ahora me voy a obsesionar con ese culo y para catalogarlo, para clasificarlo, me pondré a mirar culos y más culos? Y a medida que voy analizando el problema, surgen otros porque si tengo que comparar ¿cómo se mira un culo?, porque el que vi fue de casualidad. ¿Se acerca uno al culo y se observa fijamente?, ¿se espera a que un culo se acerque a ti?, ¿se pide permiso para verlo?, ¿es ilegal ver un culo?, ¿te pueden detener?, ¿esta penado?, ¿desgrava?.

¿Qué hago en esta tesitura? ¿veo más culos?, ¿me quedo con el culo que miré y no vuelvo a ver más culos en la vida? De verdad que no sé qué hacer porque ahora veo culos por todas partes. Una manzana, que para mí siempre fue una manzana… pues ahora no, yo en una manzana ahora veo un culo con sus dos nalguitas. Hasta en un tomate veo yo un culo desde hace unos días; ni sentarme puedo, porque es hacerlo, notar mi propio culo y empezar a obsesionarme, con decirte que duermo boca abajo…

Esto es grave porque incluso el lenguaje me esta cambiando, ya que ahora cuando voy a la librería en vez de decir revistas digo «fascículos»; cuando antes decía monte, ahora digo «montículos»; a los coches les llamo «vehículos», y lo peor y más grave, que si esto sigue así me perseguirá toda la vida porque no puedo dejar de trabajar y lo único que sé hacer es eso… «artículos» ¿Ahora, ahora me entiendes?

@manuelguisande

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Manuel Guisande

Periodista y escritor. Premio Xunta de Galicia de Comunicación 2000, Cordorniz de Plata. Autor colección cuentos infantiles Rodribico.

Lo más leído