‘El crimen de la calle El Salvador’, de Carlos Pajuelo

Ficha técnica
Título: El crimen de la calle El Salvador
Autor: Carlos Pajuelo
Editorial: Denes
192 páginas
21,95 euros

El insigne autor de esta novela no sólo pretende que sepamos leer, condición indispensable para poder enterarnos de lo que cuenta, sino que además nos obliga a ser detectives. Hay gente que tiene un sexto sentido, o un olfato especial, y logra descubrir al criminal. No es del todo cierto que esta sea una novela inconclusa, puesto que todos los datos están a la vista. En la presentación, el autor quiso dar alguna pista y se preguntó: ¿Cómo mato yo? El caso es que él no es sospechoso, porque no está entre los personajes de la novela.
El director del Centro en el que tenía que haber sido presentada, se negó, tras leerla, porque, según dijo, es una novela pornográfica. No es cierto. Aparecen varias iglesias también, algunos curas y gente a la que le gusta ir a misa y confesarse, por lo que también la podría haber catalogado como propagandista católica. Es que al final, no se va a poder contar lo que pasa en la vida. Por ese camino, todo tendrían que ser eufemismos y sobreentendidos. Además, se da el caso de que este director se quedó gratis los dos ejemplares que le mandaron. O sea que no se aplica a sí mismo la rígida moral con la que trata a los demás.
Hay muchos sitios para presentar libros, de modo que se llevó a cabo un local con una gran capacidad de aforo y confortables sillones. Hubo gente que siguió el acto en pie. El llenazo fue total. En el turno de preguntas, el conocido periodista Rafa Marí, preguntó al autor si se había documentado bien sobre la época, y justificó la pregunta en el hecho de que Javier Tomeo incurrió en varios anacronismos en su novela El crimen del cine Oriente. Carlos Pajuelo respondió que se había documentado suficientemente.
No es una novela pornográfica, como ya he dicho antes, ni clerical, ni tampoco novela negra, aunque en alguna medida sí es esto último. Sobre todo hace hincapié en la difícil vida que llevaban las mujeres en ese tiempo, en el que ni en sus casas respetaban a muchas. Las condiciones familiares, laborales y de convivencia social eran extremadamente duras para la mayoría. Dependían casi por completo de la bondad ajena y cuando esta no existía había que vivir a cara de perro.
Vicente Torres

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Autor

Vicente Torres

Vicente Torres, periodista, historiador y notario del acontecer diario y sobre todo amigo leal.

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