Ficha técnica
Título: La huella del hereje
Autora: Susana Fortes
Editorial: Planeta
288 páginas
20 euros
La autora nos lleva a Santiago de Compostela, ciudad que conoce bien, y para que nos acompañen por sus calles ha inventado unos protagonistas con los cuales el lector se identifica de inmediato. Susana Fortes suele tratar bien a sus personajes, son tipos con los que se entendería perfectamente si fueran reales. No sólo vive en el mundo, sino que lo ama y quisiera mejorarlo. Algo de eso se nota en esta novela, en la que apunta cosas que no deberían suceder y actitudes que nadie debería tomar. Pero si quiere a los protagonistas masculinos, con la femenina la identificación suya sube un grado más. Se nota que las decisiones que toma son las ella hubiera deseado tomar en idénticas circunstancias.
El argumento es policíaco, comienza con el descubrimiento de un cadáver ensangrentado en la catedral y a partir de ahí la tensión va en aumento, manteniéndose hasta el final. Es de esas novelas que inducen a leerlas de un tirón, y en las que el lector va calculando las posibilidades de cada uno de los intervinientes de que sea el asesino.. Pero en la historia no sólo hay intriga, adobada con las vicisitudes e historias personales de los protagonistas, cuyas vidas van saliendo a relucir poco a poco, sino que también van surgiendo cuestiones similares a las que ocurren en la realidad y que son de sumo interés, de modo que más valdría que no nos confiásemos en el pensamiento de que todo está bajo control. Me refiero en concreto a las actividades de Ferticelta, una empresa imaginaria de la que no cuesta imaginar que debe de haber más de una semejante, si no en los productos que fabrica, sí en la forma de actuar, radicada en Santiago o en cualquier otro lugar de España.
La historia de Prisciliano, que a raíz de esta novela se va a hacer popular en toda España, también viene muy a propósito para sacar a relucir varias cuestiones comprometidas, o, quizá, más que sacarlas a relucir, lo que hace es tratar de incorporar la lógica a esas cuestiones dejando ver lo que pensaba tal personaje en su tiempo. Prisciliano bien merece que le prestemos un poco de atención.
Vicente Torres
