Ficha técnica
Título: La delgada línea azul de la inteligencia
Autor: Agustín Regadera López
Editorial: Brief
164 páginas
12 euros
El título hace referencia a la delgada línea que separa un nivel intelectual de otro. Pero no sólo de eso, sino también de los aspectos que influyen en la formación de la inteligencia y que posiblemente la ayudan a desarrollarse. Es un libro destinado, en principio, a los padres de los niños superdotados, a los profesores en general y también a todos aquellos que tengan curiosidad. El autor, Agustín Regadera, ejerció durante más de veinte años como inspector de educación de la Generalidad Valenciana y es uno de los mejores especialistas en el asunto de la superdotación. El último capítulo ha corrido a cargo de José Luis Sánchez Carrillo, que también posee un brillante currículo en esta materia.
Mentiría si dijera que estoy de acuerdo con todo lo que se dice en el libro, aunque no estoy seguro de estar en lo cierto. Es posible que la razón esté de parte del autor. Pero sí puedo decir que el libro es enormemente útil y que en líneas generales lo que dice es cierto. También concuerdo con una de las primeras afirmaciones. Lo que verdaderamente deben desear los padres para los hijos es que sean felices. Y otro de los aciertos plenos es que hay que aceptar a los hijos como son. Hay padres que afirman que preferirían que su hijo tuviera algo menos de inteligencia, quizá porque presuponen, erróneamente, que va a tener problemas por este motivo. Hay que aceptarles como son, y estimularles de forma razonable e inteligente para que den de sí lo mejor de sí mismos.
Una cuestión que conviene tener presente en todo momento es que el mejor tesoro de las comunidades humanas es el de su comunidad escolar, a la que se debería cuidad con todos los medios que fuera posible. La prosperidad de esas comunidades depende de la formación de los más jóvenes. Y dentro de éstos es primordial cuidar a los más capaces y predispuestos para el estudio. Y hay que recordar el fundamental papel de los maestros a quienes a menudo no se les da el reconocimiento que merecen.
Dos de ellos, Agustín Regadera y José Luis Sánchez, muestran en estas páginas parte de sus esfuerzos en este sentido.
Vicente Torres
