‘Anatomía de un instante’, de Javier Cercas

Ficha técnica
Título: Anatomía de un instante
Autor: Javier Cercás
Editorial: Mondadori
480 páginas
21,90 euros

Fue el Rey quien paró el golpe de Estado. Pero si el Rey se hubiera comportado de otra forma en los tiempos previos al golpe, o sea, si no hubiera exteriorizado su descontento con el gobierno de Suárez, como hacía de forma habitual ante cualquiera que tuviera delante, probablemente el golpe no se habría producido.
No es habitual que se profundice en el conocimiento del prójimo, puesto que tal práctica conlleva el tener que conocerse uno mismo también, cosa que no suscita mucho interés. De ahí que el menosprecio sea tan habitual entre nosotros y que basta con que alguien lleve un hilo suelto en la ropa, para que a partir de ese hilo se le desprecie rotundamente. Cuando el golpe de Tejero las tres personas más despreciadas del Parlamento fueron las únicas que supieron mantener la dignidad, Suárez, Gutiérrez Mellado y Carrillo. Lo cual prueba que quienes les menospreciaban no andaban muy bien de la vista.
En este libro se analizan minuciosamente, desde todos los ángulos, los condicionantes previos al golpe, en lo que el autor ha llamado “La placenta del golpe”. Resulta sumamente interesante porque se percibe que un hombre, Adolfo Suárez, estaba llevando a cabo una labor muy difícil y arriesgada mientras que los que eran testigos de ella no se enteraban, absortos en sus propios intereses, cegados por sus prejuicios. Podrían, éstos que se tienen a sí mismos como grandes hombres de Estado, haberse fijado en lo que estaba ocurriendo para ayudar en lo que pudieran y supieran y no únicamente para tirar de la cuerda cada uno en su propia dirección.
También se analiza el golpe, todo lo que ocurrió durante él, todas las posibles implicaciones, lo que ocurrió después. Se puede decir que en este libro se analiza el nacimiento de nuestra democracia, o sea, el germen de nuestra situación actual.
Adolfo Suárez estaba preparado para hacer la Transición, porque por algún extraño motivo intuía que la tendría que llevar a cabo. Por ello, esa tarea le salió muy bien. También estaba preparado para un golpe de Estado, desde el primer momento y cuando nombraron a Armada segundo Jefe de Estado Mayor ya presintió cercano el golpe. Adolfo Suárez vivía intensamente lo que estaba haciendo.
Manuel Gutiérrez Mellado, era muy consciente de lo que podía ocurrir, puesto que notaba en su persona el desprecio de sus compañeros de armas. Algo parecido puede decirse de Santiago Carrillo. Ellos tres, Suárez y Carrillo y Gutiérrez Mellado, defendieron la democracia española.
Para ser buena persona hace falta coraje.
Vicente Torres

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Autor

Vicente Torres

Vicente Torres, periodista, historiador y notario del acontecer diario y sobre todo amigo leal.

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