Ficha técnica
Título: El detective en el supermercado
Autor: Michael Pollan
Editorial: Temas de Hoy
288 páginas
17,50 euros
Es un libro traducido a 24 idiomas y con casi medio millón de ejemplares vendidos. Como sucede con mucha frecuencia, debe su éxito a algo muy sencillo. Alguien que recomienda comer comida merece toda la confianza. Pero para que se nos haga esa recomendación tienen que haber ocurrido cosas muy gordas. Y lo cierto es que a medida que se lee el libro va cayendo uno en la cuenta de la realidad de los hechos.
La comida ha ido desapareciendo de las estanterías de los supermercados y en su lugar se han ido poniendo otras cosas, que cumplen esa función y que ni de lejos son tan sabrosas y tan saludables como las de antaño. ¿Cómo es posible que nos estén dando gato por liebre con tanto desparpajo?
Durante muchas generaciones fueron las madres quienes tenían la responsabilidad sobre la comida. Todo iba bien por este lado. La tradición ya tenía establecido qué comer, en qué orden y en qué cantidad. La capacidad de observación de las madres hacía el resto. En los últimos tiempos se han dejado arrebatar esa responsabilidad, cuando no la han cedido gratuitamente, y ahora la tienen los gobiernos, los científicos y los fabricantes de alimentos. La alianza entre los fabricantes de alimentos y los científicos puede ser muy peligrosa. Hay una serie de enfermedades crónicas, cardiopatías, diabetes, obesidad, varios tipos de cáncer, cuya incidencia ha aumentado mucho a causa de la dieta actual.
Cuenta el caso de unos aborígenes australianos que habían desarrollado algunas de esas enfermedades en su vida urbana. Se les propuso la prueba de que volvieran temporalmente a su lugar de origen y que se alimentaran como solían hacerlo allí. En tan solo siete semanas les habían desaparecido todas las enfermedades.
Un tomate no precisa de ningún prospecto que informe de sus cualidades saludables. Un filete de carne, una merluza, o una sandía tampoco. Sin embargo, en la actualidad, abundan las cosas empaquetadas, cuyas fórmulas son sumamente complicadas, y en cuyos envoltorios se afirma que son buenos para esto, aquello o lo otro.
Comprar los verdaderos alimentos sirve no sólo para mejorar nuestra salud, sino también para ir arrinconando todos aquellos productos con los que pretenden embaucarnos.
Vicente Torres
