Ficha técnica
Título: Crematorio
Autor: Rafael Chirbes
Editorial: Anagrama
424 páginas
20 euros
El título alude al lugar en el que serán incinerados los restos de Matías Bertomeu y al mismo tiempo es utilizado metafóricamente para referirse al destino de ideales, paisajes o ilusiones. El propio Matías Bertomeu cambió sus ideales revolucionarios por la agricultura.
La acción transcurre en Misent, un pueblo que podría estar situado en cualquier lugar del litoral valenciano y es absolutamente verosímil; si las cosas no han sido exactamente como las cuenta, sí podrían haber sido. Leyendo Crematorio se percata cualquiera de escasas posibilidades que tiene un concejal de Urbanismo de oponerse a los constructores sin escrúpulos. Establecido el sistema de este modo, lo difícil es que no ocurran las cosas que se narran.
Pero la novela es mucho más que todo eso. Son varios los protagonistas y cada uno de ellos aporta su propia visión de las cosas, su modo de enfrentar el mundo. Aunque todos los personajes estén más o menos relacionados unos con otros, cada uno de ellos es diferente del resto. Al adentrarse en sus psicologías y perspectivas vitales, logra una visión de conjunto muy estimable. A una persona sensible ha de dolerle lo que ve, tanta maldad y tan escasas posibilidades de enfrentarla con éxito. En cuanto alguien, por los medios que sean, logra el control de un lugar hay que hacerse a la idea de que plantarle cara es tarea de héroes y además puede costar muy caro.
Pero no se debería entender que Crematorio alude sólo a un lugar, también sirve como metáfora de España. Aquí no parece haber nadie que crea en nada y el espectáculo que resulta de todo esto, en general, resulta muy poco edificante. En este sentido, los estudiosos que, el día de mañana, quieran averiguar cómo era la España de nuestros días podrán hacerse con esta novela una idea bastante exacta de la situación.
Crematorio viene a ser como uno de esos cuadros de Goya, en los que tras admirar la destreza del pintor, llega el momento de fijarse en lo representado. Probablemente, quienes en el futuro lean la novela y con la perspectiva que da el tiempo se pregunten, sin desmerecer a ninguna otra, por los motivos por los que no le fue concedido el Premio Nacional de Narrativa.
Vicente Torres
