Un manual para sobrevivir casado en la época de Zerolo

(PD).- Antes «Pijama para dos» era sólo una inolvidable comedia de Rock Hudson, Doris Day y Tony Randall. Ahora es también un libro que hay que leer para saberlo todo sobre el matrimonio.

Como subraya Carmelo López-Arias en Elsemanaldigital, está bien escogido el título: no sólo porque Pijama para dos es una perfecta metáfora de la vida matrimonial, sino porque evoca el optimismo y el buen humor de una de las grandes comedias románticas de enredo en la historia del cine, protagonizada en 1961 por Rock Hudson, Doris Day y Tony Randall.

Y Teresa Díez y Alfonso Basallo han escrito, precisamente, un manual sobre el matrimonio que rezuma optimismo y buen humor. Saben de lo que hablan: ellos mismos forman una familia junto con sus siete hijos y aseguran desde las primeras páginas que «el matrimonio es una máquina de producir felicidad».

Así que arrancan, por oposición, con otro personaje cinematográfico: James Stewart en La ventana indiscreta, prototipo de solterón, capaz de resistir una y otra vez -y ya es resistir- los deseos de boda de una Grace Kelly en todo su esplendor, con tal de salvaguardar los privilegios de una vida sin compromisos. A ese modelo sin malicia de la película de Alfred Hitckcock, y a otros tópicos contra la vida de familia peor intencionados, contraponen una reflexión: ¿por qué entonces esa «insistencia de la especie humana» en pasar por la vicaría -entiéndase en sentido amplio para abarcar todos los siglos y todas las culturas- y «organizar su vida en pareja»?

Nuestros autores tienen la respuesta: el hombre «ha nacido incompleto y no llega a la plenitud hasta que no se une a la mujer», y viceversa. Es su «estado natural», aquel en el que «se encuentra como pez en el agua».

Teresa Díez y Alfonso Basallo (bien conocido para nuestros lectores, pues además de dirigir Época es columnista de Elsemanaldigital.com) saben que reman contra corriente. Vivimos una época en la que las leyes del divorcio-exprés de Juan Fernando López Aguilar («señaladle todos con el dedo», piden en un momento dado) y del matrimonio homosexual de Pedro Zerolo (el de los dobles orgasmos, los que le da su marido y los que le da Zapatero) han dejado la institución natural del matrimonio sin reflejo ni amparo legal, de manera que su supervivencia queda a las solas fuerzas de los cónyuges.

Y es ahí donde adquiere todo su valor Pijama para dos. Díez y Basallo evitan ponerse solemnes o entrar en alegatos teóricos o políticos. Les valen desde las letras de Amaral, Julieta Venegas o Carlos Baute a las obras de Evelyn Waugh o C.S. Lewis o joyas del Séptimo Arte clásicas (Espartaco, Ciudadano Kane) o modernas (Tierras de penumbra, Match Point.) Y el volumen incluye dos breves anexos de libros y películas recomendadas. Todo, unido a su propia experiencia, con tal de ilustrar afirmaciones como que el matrimonio «no es un asunto de gusto, de simpatía mutua, de protección, de sexo, de dinero», sino «de voluntad»; o que en la relación de pareja no vale el do ut des, y el amor no puede ni merecerse ni exigirse, sino que «lo recibes gratuitamente y, a la vez, lo das gratis»; o que el matrimonio se teje a base de diálogo -porque «dialogar es compartir»- y de «complicidad», para la cual ofrecen con extensión las cuatro recetas que les dieron a ellos cuando eran novios y le vinieron muy bien. Y no rehuyen consejos interesantes para la vida de alcoba, los celos o la planificación de las vacaciones.

Un libro, pues, en las antípodas del 68 -ahora que Nicolas Sarkozy ha roto el tabú- y que tiene la valentía de concluir afirmando que el amor no termina, sino que empieza -y con él la película de la vida-, en la rutina de sacar la basura, la fritanga de las croquetas y la esclavitud de los pañales. Una invitación al hombre a descubrir a la mujer, y a la mujer al hombre, en torno a una idea que revolotea por estas páginas de principio a fin: la donación o entrega, incondicional y perpetua, al otro.

Resumiendo: «Esto no es un libro de autoayuda». Porque «te va a ayudar la persona que más te quiere. Y tú harás lo mismo con ella». Pijama para dos, en otras palabras.

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