Y ahora que nos devuelvan “El Huáscar”, si tienen dignidad…


(Paul Monzón).- Perú ha ganado una controversia más con el vecino del sur, Chile. Hoy por hoy hay amistad, negocios, y tanto así que multinacionales chilenas están posicionadas en el Perú, al igual que restaurantes peruanos deleitan los paladares de los chilenos con sabrosos cebiches y pisco sour (el pisco es peruano, ya lo saben). Pero siempre hay un “pero”.

Antes del famoso fallo de La Haya, dizque favorable al Perú, Chile tiene retenidos a una decena de pescadores peruanos por faenar en “zona chilena”. Les exigen como 23 mil dólares de multa. Una burrada para pescadores artesanales, y pobres. Pero Chile exige ese pago de multa. Si pagan les sueltan, sino es así, pues siguen “como presos”.

Ya han pasado varias semanas desde entonces y la opinión pública, y la moral de cualquier vecino, diría que es hora de dejarnos de idioteces y hacer como que no ha pasado nada. Ya hubo fallo de La Haya así que borrón y cuenta nueva. Pero Chile no cede.¡Joder! y Humala no dice ni pío!, lo cual es peor.

Todas estos correlatos de despropósitos y mala fe me traen a la mente la figura del “Caballero de los Mares”, Miguel Grau, reconocido y admirado hasta por los propios chilenos. Su figura se hizo acreedora de ese apelativo célebre tras el “Combate de Iquique” cuando el Monitor Huascar hunde la corbeta chilena Esmeralda bajo el mando del Almirante Arturo Prat. La tripulación chilena sobreviviente fue rescatada por Grau, quien decidió perdonarles la vida y no ejecutarlos.

Este hecho lo hizo conocido a través de la historia como ‘El Caballero de los Mares’. Tras el combate Miguel Grau escribió y envió a la viuda de Prat una carta en la cual le elogiaba y resaltaba su valentía, y asimismo le enviaba sus pertenencias, entre ellas la espada de su marido.

La otra cara de la moneda la vivieron -algo para olvidar- los tripulantes de La Independencia (barco de guerra peruano) que tras encallar, sus supervivientes fueron ultimados a sangre fría por los chilenos. Eso sucedió hace más de un siglo y ya está olvidado, pero no enterrado.

Piñera, devuelve a los pescadores a sus hogares, que les esperan sus mujeres, sus hijos, su familia. Déjate de tonterías y demuestra que lo que debe primar en esta vida es la razón y los principios. Y ya de paso, si puedes, devuélvenos El Huáscar que para el Perú es sinónimo de hidalguía y humanidad.

Y otra cosa, no sé qué reclamas tanto que hasta tu compatriota, la excelente escritora Isabel Allende ha declarado: “Tendemos a olvidar que en la Guerra del Pacífico le quitamos un montón de territorio al Perú”. Piñera, tienes que leer un poquito más.

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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