Julián Assange y el doble y miserable rasero del gobierno inglés

Julián Assange y el doble y miserable rasero del gobierno inglés

(Paul Monzón).- «No somos colonia británica, los tiempos de la colonia terminaron», denunció con contundencia el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, tras enterarse -según asegura- que el Reino Unido tiene intenciones de entrar por la fuerza a la Embajada de Ecuador en Londres y sacar a Julian Assange». Este jueves el gobierno de Rafael Correa se pronunciará sobre la solicitud de conceder o denegar asilo a Assange. Todo parece indicar, y más aún tras el encontronazo diplomático con Inglaterra, de que concederán asilo al cerebro ejecutivo de Wikileaks.

Patiño señaló que para el gobierno del Ecuador la posición que ha asumido el gobierno británico es inadmisible, «tanto desde el punto de vista político como jurídico, ya que la misma constituye un acto hostil e inamistoso por parte de un estado con el cual el Ecuador mantiene tradicionales lazos de amistad y cooperación».

El doble y miserable rasero del gobierno inglés

El 16 de octubre de 1998, el senador Augusto Pinochet fue arrestado por quince efectivos de Scotland Yard en la London Clinic, a raíz de una orden judicial de la Audiencia Nacional de España para interrogar al ex dictador por los asesinatos y desapariciones de ciudadanos españoles durante el régimen que encabezó entre 1973 y 1990.

En ese entonces el Reino Unido hizo hasta lo imposible para que el dictador chileno, y aliado durante la Guerra de las Malvinas contra Argentina, no fuera extraditado a España. Y lo logró mediante mil y una argucias.

Hoy, con Julián Assange, muestra su otro rasero, el rostro miserable de un gobierno que hará hasta lo impensable por defender los intereses de su gran aliado: Estados Unidos. El «Tío Sam» quiere a Assange extraditado, silenciado y amordazado. Y todo por revelar a través de Wikileaks, los sucios tejes y manejes de las potencias. Algo que nadie en su sano juicio se atrevería a publicar.

Ya lo decía Julián Assange en una entrevista concedida al diario español El País: «El éxito de Wikileaks revela algo que no está siendo llevado por el resto de la prensa. Nuestro éxito evidencia algo que el resto no hace que es proveer contenido, filtraciones de alta calidad, que nos den informaciones de cómo funciona en realidad el mundo y ponerla a disposición del público».

Hoy se sabrá cuál será el destino del fundador y editor de Wilkileaks. Si el gobierno de Rafael Correa le concede asilo político, la pregunta del millón es si Lóndres le otorgará el respectivo salvoconducto, porque, tal como están las cosas, no parece que se quede de brazos cruzados viendo a Assange subir a un avión con destino al país andino. Sería una patada en el culo al orgullo inglés.

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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