El primer vicepresidente de Cuba, José Ramón Machado Ventura, advirtió hoy de que la situación que atraviesa la economía de la isla «es bien difícil» y señaló que los problemas del país no se pueden solucionar «al ritmo deseado».
Machado Ventura señaló que los problemas internos al igual que los externos «golpean» a la isla y subrayó que «es bien difícil la situación que atraviesa la economía cubana, no ajena al muy complicado panorama que exhibe hoy el mundo», durante la clausura del VII Congreso de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).
«Por lo tanto, no todo en el país puede avanzar y solucionarse al ritmo deseado», añadió en la reunión en la que analizó el cumplimiento de las funciones de la mayor organización de Cuba, en la que militan unos 8 de los 11,2 millones de habitantes del país.
El vicepresidente calificó de «sumamente complejos» estos tiempos, así como «los que estén por venir».
Subrayó que 2008 ha sido «un año de duro trabajo, de incontables tareas realizadas y de enfrentamiento a dificultades y adversidades de diferente tipo», como los fenómenos climatológicos.
El azote de los huracanes «Ike» y «Gustav», entre el 30 de agosto y el 9 de septiembre, y del «Paloma», en noviembre, dejó cientos de miles de hectáreas de cultivos arrasadas, medio millón de viviendas destruidas o dañadas y pérdidas calculadas oficialmente en alrededor de 10.000 millones de dólares.
Afirmó que la revolución y sus principales dirigentes han aplicado «como máxima» que junto al reconocimiento de problemas y deficiencias también hay que exponer a la población razonamientos sobre «lo mucho que se ha hecho» y «lo que falta por hacer».
Además, llamó a los CDR a «renovar el impulso» en «la vigilancia revolucionaria», su tarea «histórica», y continuar impidiendo la proliferación del consumo y tráfico de drogas, y sus esfuerzos contra delitos, ilegalidades e indisciplinas sociales.
En una intervención durante el congreso recogida por la televisión estatal, el también vicepresidente Esteban Lazo instó a «lograr un ambiente social y revolucionario, de condena permanente a todas las personas que caen en esas debilidades».
En ese sentido, el dirigente particularizó «al indisciplinado, al vago, al que roba, al que no trabaja, al corrupto» y pidió que «la sociedad les odie, porque en ella nos va la vida, en ella nos va lo que esta revolución y este pueblo, con tanto sacrificio y con tanta sangre, ha logrado».
«¿Y cuándo nos vamos a percatar de que tenemos cosas tan grandes que defender y que a veces no tenemos conciencia del peligro en que esas cosas se van poniendo permitiendo todos esos comportamientos sociales», preguntó Lazo.
En la reunión se recordó en varias ocasiones que fue el ex presidente Fidel Castro el creador de la organización en 1960, a la que le fue asignada «la vigilancia» en defensa de la revolución como su principal función.
«Los ojos» y «los oídos» de la revolución, como llamó el líder cubano a los CDR, cuentan en la actualidad con más de 138.000 comités en todo el país.
Entre sus tareas figura organizar guardias de vigilancia vecinal nocturna, dar informes sobre vecinos a centros de trabajo y movilizar a la población para acudir a actos políticos o en las labores de evacuación en caso de huracán.
