La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

Manifiesto Unamuniano

¿Te duele pensar en esa Nochevieja de 1936 y contemplar a Miguel de Unamuno, encerrado en su propia casa de Salamanca, morirse más desesperado que nunca en medio de una España cuyos hijos, “los hunos y los hotros”, se asesinaban entre ellos cegados de odio? ¿Intuyes que la palabra “fracaso” fue susurrada por sus labios en el último suspiro? ¿Crees que, incluso antes que vencer a cualquier precio, es más importante dejarse la vida por el intento de convencer?

¿Piensas que en nuestro país se conoce la esencia de Unamuno más allá de las tres o cuatro frases por las que se le recuerda? ¿Defiendes que el alma de España es su tradición cultural y su universal idioma, el castellano, es nuestro principal tesoro nacional, por encima de cualquier gesta bélica? ¿Clamas por poner en marcha la revolución espiritual que Don Miguel encargó a España y al conjunto de la Hispanidad?

¿Aceptas a gigantes como Íñigo de Loyola (el maestro pensaba que “Ignacio de Roma” era un ser idealizado y frío) o Teresa de Jesús como patronos de esa revolución espiritual? ¿Te atreves a llenarte de barro y afrontar esa lucha por la fe que es ante todo contra uno mismo? ¿Te ves capaz de dejar atrás toda barrera ideológica y ser como Moisés, que incluso se atrevió a arrojar al suelo las Tablas de la Ley que había recibido de Dios tras enfadarse con los hombres? ¿Podrías levantarte, sobre esas cenizas, impregnado de una verdadera fe?

¿Te proclamas creyente y has pensado con todo tu ser en la posibilidad de que, tras cerrar los ojos para siempre, aceche La Nada? ¿Te horroriza aceptar la posibilidad de que tu partícula individual, tu esencia única, se evapore en medio de conceptos inabarcables como la eternidad, el universo o la humanidad que muere para nunca más vivir? ¿Eres ateo y jamás te has hecho en serio las grandes preguntas? ¿Te dices agnóstico…, por pereza, por no haber dedicado ni cinco minutos de tu existencia a situarte en el momento de tu muerte, en cuyo abismo solo importa el yo interior y nuestro personaje ante los demás, el yo exterior, no cuenta absolutamente nada?

¿Crees con todo tu corazón que Jesús de Nazaret es el personaje más fascinante que haya pisado nuestra Tierra? ¿Estás dispuesto a seguirlo desde el único camino posible, la locura de Don Quijote, que se aferró a una ensoñación y, desde ese engaño, construyó vida con bondad? ¿Podrías ser como Manuel Bueno y aceptar la cruz martirial de hacer creer a los demás incluso aunque tú mismo no tengas fe, convencido como estás de que el pueblo necesita creer para seguir viviendo?

¿Imitarías el ejemplo de Don Casiano, el maestro de Carrasqueda, que renunció a la “gloria” de “triunfar” en la gran ciudad por salvar a su pequeña aldea a través de la salvación personal de uno de sus sencillos hijos? ¿Llegarías incluso a morir, como Ángel en ‘La Esfinge’, asesinado por la masa después de ser acusado de “traidor” por los suyos al no querer encabezar una revolución social, y todo por estar convencido de que la única batalla que cuenta es la espiritual, que hay que afrontar en la soledad y el silencio, tratando de conseguir el imposible de volver a la niñez en que uno no se hacía preguntas y simplemente se zambullía en el contento de vivir?

¿Renuncias a integrar el Partido Unamuniano en el que Don Miguel nunca creyó? ¿Deseas, al mismo tiempo, ser uno de los hijos espitrituales de Unamuno y hacerle vivo en tu cabeza y, sobre todo, en tu corazón? ¿Le piensas? ¿Le sientes? ¿Le sueñas…?

Si postras la cerviz y, lleno de congoja, miedo y estupor, susurras un “sí”…, esta es tu batalla. Te comprometes a vivir de verdad, tratando, cada día, de que tu yo auténtico, el interior, el que fue niño y del que hoy te avergüenzas, haga morir poco a poco al yo exterior, al personaje. Aceptamos que este es un baile de máscaras. Pero matamos al actor y recuperamos nuestro rostro. Nos tomarán por locos, pero ¡bendita locura!

Firma tras estas líneas… Es tu compromiso ante el mundo de que vivirás de verdad. Como Don Quijote. Como el quijotesco Miguel de Unamuno y Jugo.

…………

1. Miguel Ángel Malavia

2. Fernando Vidal

3. Roxana Alfieri

4. Eva María Sánchez

5. Manuel Menchón

6. Julián Ajenjo

7. Juan V. Fernández de la Gala

8. Mateo González Alonso

9. Maroua Briki

10. Carmen Sánchez Carazo

11. Juan Antonio Casas

12. Lorena di Meo

13. Isabel de Unamuno

14. Magdalen Baturone

15. Diego Arroyo

16. Jasón Vila

17. Vanesa Prieto

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Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

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