La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

El lobby clerical quiere derribar a Francisco

En su mayor parte está compuesta por gente maravillosa, pero en la Iglesia existe un poderoso lobo: el lobby pederasta por el que, en todo el mundo, miles de consagrados aprovechan su condición para violar a niños. Pero este, criminal en sí mismo, solo es el reflejo de otro lobby cuyo cáncer es aún más profundo y está más extendido: el lobby clerical. Y de ese, muchas veces sin saberlo, forman parte todos los católicos (en su mayoría laicos) que caen en la trampa de no levantar la voz para “no crear escándalo en la Iglesia”.

Por ese maldito mantra se ha colado el mal de los abusos, ocultados por tantos y tantos pastores y fieles que creyeron actuar de buena fe. Por esa repugnante fórmula, desde hace unos años, un búnker eclesial pretende manejar a su antojo hasta al papado.

Derribaron a Benedicto XVI, agotado ante tanta traición. Y pretenden hacer lo mismo con Francisco. Le han vapuleado hasta hacerle pasar por un “hereje” que ha venido a “corromper el depósito de la fe”. Pero ahora, con la Operación Viganò (por la que los que jamás dieron voz a las víctimas nos quieren hacer pasar a Bergoglio como un cómplice de la pederastia eclesial), orquestada en la sombra en distintos países, entre ellos España, han destapado su verdadero ser: son corruptos sedientos de poder.

No es un poder político o económico el que anhelan en su totalidad (muchos sí), sino un poder moral: el de pretender que conforman una élite que se siente superior al resto. A los portavoces de este tejerazo eclesial, al menos en España, se les nota mucho que disfrutan íntimamente con el hecho de sentirse “más católicos” que el Papa. Hace unos años habría resultado impensable cargar con tanta dureza contra el sucesor de Pedro. Ahora, ya no es solo que no le respetan. Le odian. Le vejan… Y se sienten levitar.

Se llenan la boca con el servicio a la Iglesia. Se llenan la boca con la Iglesia. Jamás hablan de Jesús de Nazaret.

Han olvidado que se consagraron para ayudar a las personas a salvar su alma. Hoy, gozan al pensar que “solo ellos”, la élite, son los que merecen salvarse. Nunca lo admitirán, pero, si supieran que Dios les ha elegido y condenará al resto de la humanidad, se alegrarían.

No sé si vencerán o no. No sé si podrán con Francisco o no. Pero algo tengo por cierto: han perdido. Se han perdido. Ojalá (esto lo pido por todo el mundo) se salven al final del todo, en la última meta, pero han perdido su camino. Lo han manchado con su bilis.

Pobre gente.

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

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Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

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