Algunos amigos me han preguntado la razón por la que ya apenas escribo en el blog. La causa es que, desde hace año y medio, llevo inmerso (en los pocos ratos libres que tengo, principalmente pasada la medianoche) en la escritura del que, estoy convencido, va a ser el libro de mi vida: Como decíamos ayer Conversaciones con Unamuno.
Ahora que ya lo he concluido, se puede contar: es un ensayo en el trato de encarnar en el presente el pensamiento de un Unamuno vivo hoy, en 2018. Literariamente, el punto de partida se da en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca (donde tuvo lugar su último acto público, con su enfrentamiento con Millán Astray). Allí, el eterno rector saluda a 72 personas (por cada uno de los años que vivió, 72) representativas de nuestra sociedad.
Se trata de los participantes que, efectivamente, han querido estar en el libro respondiendo a mi petición: formular una pregunta a un Unamuno vivo hoy. El elenco es ciertamente relevante, habiendo jueces, abogados, maestros, profesores universitarios, periodistas, fotógrafos, escritores, científicos, toreros, deportistas, misioneros… Van algunos ejemplos:
Entre los periodistas, están Hernrique Cymerman (corresponsal Oriente Medio), Emilia Landaluce (El Mundo), Irene Hernández Velasco (El Mundo), Marta González Novo (La Ser), Lucía Taboada (Cadena Ser), Gervasio Sánchez (fotoperiodista en zonas de conflicto), Juanma Trueba (periodista deportivo), Patricia López (Público), María Ángeles Fernández (TVE), Lucía Mbomío (TVE), María-Paz López (La Vanguardia), Elisabetta Piqué (La Nación) o Gabriela Bustelo, colaboradora en diferentes medios.
También hay varios escritores, con gente como Juan Cruz, Benjamín Prado, Lorenzo Silva, Helena Cosano, Carlos Mayoral, Javier Menéndez Flores o Juan Tallón. Y creadoras que va a dar mucho que hablar aunque aún no sean tan conocidas: Esther Ginés, Sandra Llopis, Maura Morés o Rocío Romero.
Igualmente, se suman personalidades de Iglesia como Juan José Aguirre (obispo de Bangassou, en República Centroafricana), Emilio Aranguren (obispo de Holguín y presidente de la Conferencia Episcopal Cubana), Luis Ángel de las Heras (obispo de Mondoñedo-Ferrol), el teólogo José Antonio Pagola o misioneros como Esther Palma (Corea del Sur), José Alfaro (único religioso foráneo en Nepal) o Andrés Díaz de Rábago, actualmente en Taiwán y quien, a sus 100 años, puede decir que es el último extranjero vivo consagrado en China antes de la expulsión de los misioneros por Mao.
Entre los sociólogos, aparecen Javier Elzo y Juan María González-Anleo. E incluso está Óscar de Alfonso, gran maestro de la Gran Logia Española.
No puede faltar el mundo del deporte, representado por Ruth Beitia y Lucio Angulo. Ni la gente gente del cine y el teatro, con los actores José Luis Gómez, Víctor Clavijo, Marta Flich y Ruth Armas, así como el director Manuel Menchón.
Entre los políticos, los hay de todas las tendencias: Miguel Ángel Moratinos, Andrea Levy, Beatriz Becerra, Luis de Velasco e Irene Lozano, centrada ahora en su escuela de filosofía The Thinking Campus.
Especial ilusión me hace la presencia del torero Juan Mora y de la cantante Bely Basarte. Y no menos significativos son Pablo de Unamuno (nieto de Unamuno), Loren Castañeyra (sobrino-nieto de Ramón Castañeyra, persona clave en el destierro del escritor en Fuerteventura) y Ana Chaguaceda Toledano (directora de la Casa Unamuno en Salamanca).
Finalmente, tengo la inmensa suerte de que estén grandes amigos y personas admiradas como Roxana Alfieri, Lydia Blanco, Maroua Briki, Carlos Chevallier, Sara Díaz Sánchez, María Gómez, Mateo González Alonso, Luis Grandal, Guillermo Llona, Javier Moya, Valeria Méndez de Vigo, Leticia Ortiz, Marcello Pannaría, Julio Picatoste, María Eugenia Rodríguez Palop, Eva María Sánchez, Roberto Saiz, José Antonio Sánchez Paso u Óscar Sánchez Alonso… Y, por supuesto, mi padre, Benjamín Malavia, y mi hijo, Marcos Malavia, quien, a sus dos años, aparece con una pregunta ficcionada.
El epílogo, por cierto, es del historiador Fernando García de Cortázar. Un honor inmenso.
Cada uno ha formulado su pregunta a un Unamuno vivo con total libertad. Del mismo modo, en todas las respuestas he tratado de adentrarme de un modo auténtico en el alma de Unamuno. Busco ser fiel a su esencia citando numerosos de sus escritos, pero también intento ser original, abordando todo tipo de fenómenos actuales desde la óptica de nuestro tiempo. También invento varios cuentos en algunas respuestas.
Respecto a la temática, hay de todo: desde aspectos históricos en la vida de Unamuno hasta cuestiones actuales como la cuestión catalana, la tauromaquia, el colonialismo, la crisis de los refugiados, el feminismo o el grupo de ultraderecha El Yunque. La vertiente espiritual o su visión de España también están muy presentes, claro.
Salgo de las catacumbas. Volveré a escribir sobre temas de actualidad en el blog o donde sea. Pero quería compartir con vosotros esto: que estoy feliz al alumbrar algo con lo que he soñado desde hace muchos años (homenajear a mi gran maestro) y, a la vez, inmensamente agradecido con todos los que se han sumado generosamente a esta pequeña llamarada unamuniana. ¡Viva siempre Unamuno!
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA
