La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

El nacionalismo no construye sociedad

Confieso que soy víctima del casticismo español. “Me duele España” y no quiero verla cercenada. Pero aclaro: no soy un patriotero. Mi concepto superior a todos es el de construir sociedad. En mi España entran todos los que lo quieran, estando la fraternidad por encima de cualquier frontera. Así, si critico a Europa por el colonialismo que ayer y hoy ha arrasado África, ¿cómo no voy a criticar el nacionalismo?

Este, de por sí egoísta, nos empequeñece e impide mirar más allá con afán de aprender. De eso sabemos mucho aquí, con los aldeanos nacionalismos periféricos y el ciego nacionalismo centralizador. Porque España, por mucho que nos empeñemos, no es sino un proyecto inconcluso. Siempre iracundos y cainitas, carlistones contra progresaurios. “Los hunos y los hotros”, que diría Unamuno.

¿Por qué me preocupan los procesos independentistas que bullen en Euskadi y Cataluña? Porque dividirán mucho más a la sociedad que habita en estas tierras, en todas. ¿Qué pasaría al día siguiente de esa independencia? ¿Seríamos buenos vecinos o imperaría un odio sordo? Ojo, la dictadura de la geografía será eterna; podremos separarnos, pero siempre estaremos unidos.

Escocia nos ha dado una lección con su referéndum. No solo, como dicen los nacionalistas periféricos, “porque al menos han votado”. ¿Por qué no analizamos las causas del “no”, cuando se trata de una nación con muchas más razones históricas y presentes para haber emprendido su camino en solitario? Escocia fue independiente durante siglos y mantuvo una relación marcada por la guerra con Inglaterra. Nada de eso (olviden las fábulas) ha ocurrido jamás con Euskadi ni Cataluña. Y, si hablamos del presente, ¿por qué no recalcar que Escocia cuenta con menos competencias transferidas que ambas?

Esa es la clave: ¿nos vamos a dejar llevar, como siempre ocurre en los momentos de crisis (echen un vistazo a la Historia), por los brujos politicastros que ofrecen soluciones mágicas basadas en el victimismo más ramplón? ¿Nos vamos a meter en un proceso de división que nos va a resquebrajar, no ya a nivel de fronteras, sino en lo social? Perdonen mis reservas: juntos tendremos más oportunidades de vivir mejor. Apostemos por construir sociedad.

PD. Artículo publicado en la web de opinión ‘Cuadrilátero 33’, que nace hoy y en la que tengo el orgullo de participar junto a buenos amigos y compañeros de Periodismo de la promoción 2006-2008 de la Universidad Carlos III de Madrid. Por cierto, hoy se cumplen 150 años del nacimiento de Miguel de Unamuno, el mayor potenciador en su época del debate real y libre de prejuicios. ¿Será causalidad que salgamos nosotros justo hoy? Sí… Pero no.

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

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Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

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