La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

Crisis y frutos en UPyD

Hablo de la reciente tensión nacida en el seno de UPyD desde la preocupación y la libertad. Desde la primera porque creo que el partido magenta es una opción ciertamente constructiva para España. Desde la segunda porque no milito en ningún partido, tampoco en este. Así, vista la polvareda levantada por el artículo de Francisco Sosa Wagner publicado hace dos días en ‘El Mundo’ y donde defendía un entendimiento entre su formación y Ciudadanos, considero que esta apuesta refleja un sentimiento generalizado en muchos españoles desengañados del bipartidismo y con una ideología moderada (como es mi propio caso, aunque con matices); no así en los propios militantes de UPyD. Porque, de hecho, la abrumadora mayoría de sus miembros rehusó hace nueves meses en un congreso nacional cualquier posibilidad de pacto con otro partido. Entonces, el eurodiputado Sosa Wagner, que lo presidió, no dijo nada.

Así mismo se lo ha recordado hoy la diputada por UPyD Irene Lozano en otra columna en ‘El Mundo’. Se trata de un durísimo ataque, donde tacha a su compañero de filas de “mezquino” y deja claro que este ha tenido muchas oportunidades de expresar esta idea en los ámbitos de decisión del partido en los que está presente, aunque parece ser que ha sido su propia persona la que ha brillado por su ausencia física. La cuestión es, ¿por qué Sosa Wagner no dijo nada antes de las elecciones europeas? ¿Por qué ha tenido que esperar a reeditar su sillón en Bruselas para abrirse paso entre la actualidad mediática con una tribuna en uno de los principales periódicos del país?

Pero aún voy más allá: ¿cómo es posible que Sosa Wagner denuncie prácticas “autoritarias” en su partido si él mismo votó a Jean-Claude Juncker al frente de la Comisión Europea pese a la decisión de su grupo de no hacerlo? Porque conviene recordar que, pese a que UPyD como formación anunció que su postura era la de no refrendar a Juncker, como siempre en toda votación parlamentaria por parte de los componentes de este partido, sus representantes tuvieron libertad de voto. Así, Fernando Maura y él dieron su sufragio a favor y Beatriz Becerra y Maite Pagazaurtundúa se abstuvieron. ¿Cabe esto en un partido “sectario”?

No sé cómo acabará esta crisis (porque, evidentemente, es una crisis aquel proceso interno en el que algunos de los principales representantes de una institución se dirigen mutuamente acusaciones de haber actuado de mala fe). Sin embargo, sí tengo claro que, a la larga, será beneficioso para UPyD. Quien ya no está en sintonía con principios esenciales del partido se ha señalado ante todos sus compañeros. Y quien está llamada a ser el futuro del partido ha dado la cara por lo que piensan la gran mayoría de sus compañeros. Esta es materia para otro artículo, pero sí, mi sensación es que, una vez que finalice la etapa de liderazgo de Rosa Díez (cuando sea), habrá llegado el momento de Irene Lozano. Rosa Díez sembró y cuidó la tierra. Irene Lozano cuida y, desde su compromiso, pasión y capacidad, recogerá los frutos. Por el bien de este país.

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

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Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

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