Acabamos de perder la final de la ACB contra el Barça. Hace un mes, perdimos en Milán, en la prórroga, la final de la Euroliga contra el Maccabi. Leo ahora muchas tonterías, dentro y fuera. Es una hora de mucho dolor para los que queremos al Real Madrid de Baloncesto. Pero también de un orgullo inmenso. Perder la Novena, que era el gran sueño de todos, fue un palo demasiado duro. Desde ahí, no hemos levantado cabeza. Pero hemos llegado a todas las finales. Hemos gozado con un equipo que nos ha hecho levitar con pasión. Hay que estar muy agradecidos. Yo lo estoy.
Sí, al final “solo” hemos ganado Supercopa y Copa. Otros, errantes todo el año, enfadando a su afición cada dos por tres, han levantado títulos más importantes. Sí, es un hecho. Pero también lo es que no me cambiaría ni un solo segundo por ninguno de ellos. Hemos sido el mejor equipo de Europa esta temporada. Hemos recuperado el orgullo y hemos sido muy felices durante muchos meses. Hemos caído, sí, pero hay cosas mucho más importantes que ganar una copa.
No nos volvamos locos. Que nadie hable de echar a Pablo Laso ni cargue las tintas contra ningún jugador. Ha podido ser la mejor temporada en la historia del Real Madrid de Baloncesto. No lo ha sido por unos pequeños detalles (sobre todo en la maldita final de Milán, con la que todo habría cambiado radicalmente). Tenemos un equipo de leyenda, un estilo propio. Paciencia y confianza. Habrá justicia y llegará nuestra hora.
¡Hala Madrid!
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA
