La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

Juan Carlos I, un Rey contra la Historia

Ahora que, en el día de su abdicación tras 39 años, las redes sociales arden coñonas y en muchas plazas la multitud vocifera hostilmente contra el Rey Juan Carlos I, quiero recordar ciertos antecedentes históricos. Por eso de la perspectiva y la memoria, que dicen. Desde Carlos III, el último monarca mínimamente digno, no ha habido un Jefe de Estado salvable o que lo haya sido para todos los españoles. Y me remonto a tres siglos… ¿Una exageración? Veamos.

Carlos IV fue una calamidad absoluta que abrió la puerta a Napoleón. José Bonaparte, el hermanísimo ‘Pepe Botella’, intentó abrir las mentes, pero era un títere impuesto mientras los españoles se desangraban contra los suyos. Fernando VII fue el mayor ogro y traidor del caminar nacional, por resumirlo brevemente. Las regencias hasta Isabel II marcaron el paso de las guerras carlistas y la convulsión. Con la reina ya en el trono, los generales se alternaban entre su lecho y la poltrona, pero triunfó el hastío que acabó con la doña en el exilio. Para repasar el Sexenio Revolucionario baste con decir que no hay quien se aprenda la lista de presidentes del Gobierno. ¿Amadeo de Saboya? Le mataron a su valedor Prim antes de llegar y solo unos meses retrasaron su vuelta a la mar. ¿La I República? Cuatro Jefes de Estado en menos de dos años y cenit en militarada. Alfonso XII fue caciquismo y simulacro de democracia, manteniéndose el mismo sino con la viuda regente, la sufrida María Cristina. Alfonso XIII fue un golfo que acabó en manos de un dictador y que tuvo que salir por piernas hacia el exilio mientras Sol proclamaba la II República. Esta fue un intento utópico, pero los extremismos ya estaban en el alma de España y llegó la guerra más atroz. Luego ya saben: cuarenta años de Franco.

Y así hasta 1975, cuando llegó Juan Carlos I. Vista la Historia, no parecía poco el reto al que se sometía Juan Carlos ‘El Breve’. Pero es mucho más interesante introducirnos en sus circunstancias concretas. Nacido en el exilio, solo volvió a España para ser un juguete roto en la sorda batalla que libraron su padre y el dueño del cuartel. Mientras Don Juan quería ser el “Rey de todos los españoles” y dar a estos la voz en una democracia real. Decir esto le costó el desierto. Mientras, su hijo tenía que fingir y ganarse el favor de quien tenía la última palabra y tanto hacía sufrir al sucesor legítimo: el hombre que lo engendró. Hasta que murió Franco y llegó su día. ¿Lo tenía fácil en un país cuyos últimos antecedentes habían sido una brutal guerra civil y la anestesia de cuatro décadas de una dictadura excluyente? ¿Con los vencedores exigiendo no ceder un milímetro y tachándole de “traidor” y “perjuro”? ¿Con la izquierda prohibida y desterrada en las catacumbas, pero muy presente en la calle? ¿Con el mundo entero mirando expectante y con el Muro de Berlín aún en todo lo alto? ¿Y, para rematar, parando años después una militarada que decía venir en su nombre? Sí, fue un camino plagado de rosas… Con infinitud de espinas.

En tres siglos no ha habido nada comparable. En estos cuarenta años ha sido, sin ninguna duda, el mejor Jefe de Estado de la Historia Moderna de España. No hace falta añadir nada más. Ha tenido errores, sí. Pero el caudal, aunque hoy muchos no lo vean, se mantiene muy lleno. La concordia, oh milagro, ha sido posible en el país más cainita que se pueda imaginar. Ahora está en nuestras manos echarlo una vez más todo abajo o mantenernos en la buena senda. Críticos y responsables de nuestro destino, pero agradecidos con el Rey Demócrata. Yo lo tengo claro.

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

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Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

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