La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

La prensa como poder que destruye un país

Siempre se ha calificado a la prensa como el “cuarto poder” de un país. Para mí esto sigue vigente, pero hoy, al menos en España, esto ha derivado en un problema. Soy periodista y en cualquier circunstancia defenderé la libertad de expresión. Literalmente, soy un enamorado del periodismo… Pero del teórico periodismo, no del real, del desgraciadamente real hoy. No puedo sino sentir desprecio por un periodismo que no es libre, sino comprado, estructurado en intereses empresariales que guían las líneas editoriales de los medios de los que son propietarios para sus únicos y exclusivos fines económicos. Ya no es solo que un medio sea de derechas o de izquierdas y que zarandee o exalte al respectivo Gobierno de turno por su color, sino que al final todo es una pantomima que esconde un trasfondo puramente empresarial. No es que el periodismo esté pervertido por la ideología y la falta de objetividad, lo cual ya sería negativo, sino que ha sido adquirido por la empresa. Lo que implica una gangrena del problema.

Hoy, La Razón cumple quince años, y lo hace impulsando una campaña en Twitter con el hashtag #MeGustaEspaña. Me gusta el lema, pero no lo que considero una utilización demagógica de mi país. Ya no es solo que La Razón se haya adueñado de una idea de España como ente homogéneo en el que no tiene cabida una gran parte de la sociedad (gentes de izquierdas, no católicos, homosexuales, críticos con Israel… o con el Partido Republicano de los Estados Unidos), sino que, al final, tal apuesta obedece a un interés empresarial. En plena crisis del papel, La Razón compite con ABC y con La Gaceta para ver quién es el periódico derechista por antonomasia. Es decir, por ver quién sobrevive a la crisis y no acaba desapareciendo. En esta lucha descarnada, como contemplamos entristecidos en los últimos años quienes creemos en una prensa decente (no pido más), todo vale.

Este mismo tumor que ha matado al periodismo, evidentemente, también se extiende al ala izquierdista de la información, como lo hace a otras disciplinas más allá de la prensa: radio, televisión e Internet. Soy periodista y defenderé hasta el final la libertad de expresión, pero no soy ciego: hoy el periodismo es un problema en España. Salvo honrosas excepciones, el periodismo, como empresa que es, busca extender su negocio. Y lo hace aún rompiendo la convivencia entre los españoles, extendiendo una crispación y una división muy peligrosa. ¡Cuidado!

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

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Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

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