La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

Di Stéfano sí es la esencia del madridismo

Resulta muy significativa la columna de Di Stéfano, publicada hoy en Marca, analizando el Madrid-Barça del sábado. En ella dice cosas como éstas: “El equipo blanco jugó acorralado ante un rival que dominó el medio campo durante todo el partido. (…) Me gusta y me admira el gran dominio del juego que tiene el Barcelona. Su fútbol no se mira con los ojos, sino con el alma. Tratan la pelota con respeto, adoración, casi mimándola. Ver a este equipo en acción es un deleite para todos. (…) El Real Madrid fue un equipo sin personalidad. Este partido deberá dar las pautas para saber cómo afrontar el próximo, porque el planteamiento de intentar jugar al Barcelona a la contra se vio claramente que no es el más adecuado”.

Don Alfredo, para muchos el mejor jugador de fútbol de toda la Historia, se hartó de ganar títulos, entre otras cosas, “por ser toro en campo propio y torazo en campo rival”. Se crecía fuera de casa. Y guardaba el respeto a la afición en la suya. Su llegada al club supuso un antes y un después en lo que ha sido el Real Madrid. Aplicó como nadie el espíritu ganador que Don Santiago Bernabéu inculcó desde la dirección del club. El patrón del barco tenía un capitán en la cancha. Un torazo, un superclase, un genio. ¿Por qué? Pues porque siempre apostó a ser el mejor, a ganar jugando y no ha ganar como un pequeño, encerrado, desde la marrullería. Estos últimos podrán ganar algunas veces. Pero el ganador es el que de verdad suele ser quien levanta la copa. Y si no la levanta, pero ha sido fiel a su esencia, la ganará la próxima vez. Y no pasa nada.

De pequeño, me enamoré del Madrid fiel a su esencia, a su estilo. No lo hice de las copas, sino del saber cómo ganar esas copas: yendo a por todas desde el primer minuto, apostando por la calidad tanto como por la casta, el orgullo y la raza. Sabiendo que somos los mejores. Hoy somos una medianía. Podemos ganar. Y lo celebraremos. Pero sólo será un parche. Nos liberará de la angustia. Pero no puede ser el camino a seguir.

Mourinho sólo puede ser un mal necesario. Salvo que cambie y sea orgulloso desde la humildad, ganador desde la fidelidad a un estilo y caballero del honor, en la victoria y en la derrota. Eso es Di Stéfano. Él sí que es la esencia del madridismo. Ha hablado. Escúchele. Y mande a Maquiavelo a paseo.

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

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Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

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