Ayer se cumplieron nueves meses del mítico 11 de julio en que España se convirtió, al fin, en campeona del mundo de fútbol. Millones de personas jamás podremos olvidar aquella maravillosa noche. Por muchos motivos. De hecho, esa madrugada se fraguó el crecimiento demográfico que, estoy seguro, se está sintiendo estos días en nuestro país.
A lo largo de esta semana nacerán miles de niños por toda España. Mucho más de lo normal. ¿Cuántos se llamarán Andrés? Él mismo, ya para siempre mito eterno, cual Don Juan de Austria en Lepanto, puso su pica en Flandes.
11 de julio, San Andresito y cierra España. Porque so-mos-cam-pe-o-nes-del-mun-do. ¡Olé!
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA