Madrid. Las Ventas. Clarines de fondo. Aunque este epitafio es para leerlo con ritmo de rap. Es 7 de mayo y hoy ha comenzado la Feria de San Isidro. Sí, éste es el rap sin rima ni pretensión:
Divisas, pasodobles y gaoneras, estafetas que conducen al albero cañí, vendedores con gorrilla, cubatas por un pico, habanos de Timanfaya, minifaldas de bravío, escotes sin estoque, los del Siete en ataque de histrionismo, señoritos con monóculo, el del bocata de dos picos, una china sin un porro, un okupa de los de Morante, silencio-se rueda la faena, curristas en paro, anhelantes de los ausentes, Taurodelta se guarda las perras, ¡José Tomás!, ¿dónde está?, ¿Ponce?, que lo busquen los poncistas (aunque maestro, lo reconozco, es; pero frío), Lupe Sino por un tubo, echándola de menos en Chicote, la danza de la muerte, arte bárbaro, fotografía de la esencia, poesía al límite, cronicones para enmarcar, ¿y los toros? ¡dicen que son máquinas! ¡qué están drogaos! ¡pitones recortaos! coño, pues vaya temple el del capote por escudo, banderillas por Gibraltar, vaya pelotas los de los naturales sin muleta, estatuarios-manoletinas-verónicas, ¡los Bienvenida! ¿y los pintores? ¡Goya-Picasso-Dalí! ¿Van Gogh?, ¡cómo no!, si se jartaba de manzanillas, Pozoblanco-Paquirri, Islero-Manolete, ¿es que se muere aquí?, si esto es muy brutal, Lorca canta a Ignacio Sánchez Mejías, arte, arte, arte, sin música, en silencio, pero con copla y cante jondo, como debe ser, tradición, milenarismo, hasta los íberos, ¿ciudad antitaurina? ¿guiris que se espantan? ¿hispanos ultramontanos por lo moderno?, ¡Talavante y la silla!, ¡el oso que torea!, espadazo por todo lo alto, ¡bajonazos no!, misticismo-romance-santoral, ritual en el hotel, se viste de azabache, luto por doquier, hay muertos, combates que se pierden, desfogos en el anochecer, estoy vivo-joder, ¡Perera-Manzanares-Castella-Cid-Juli!, ¿quién dice que descafeinado?, ¡Esplá, en la última lección!, ¡Núñez del Cubillo, Victorino del Río, los Martín!, ¡a ver si le echan verdad, bravío y señorío!, ¡que no queremos mentiras!, miedo, alegría, éxtasis, olé-olé-olé, es San Isidro, lo dice Sabina, y que mil años dure.
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA
