La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

A mi abuela

Jamás me había costado tanto escribir algo. Pero cuando el dolor te oprime, el vacío te angustia y la melancolía te desgarra… hay que sacar fuerzas para honrar a mi modo a una de las personas que más quería en este mundo: mi abuela. El último rescoldo de 2008 fue el que te alejó para siempre de nuestro lado. ¡Maldito sea ya el 2008! Los papeles decían que te llamabas Emilia, pero siempre fuiste, para todos, Eloira. Cuando te quedaban meses para cumplir 80 años, te has ido de repente. Aunque, gracias a Dios, nos hemos podido despedir todos de ti. Y tú, desde el silencio pero con el corazón, de nosotros.

Fueron seis días de imágenes, sonidos y sensaciones a flor de piel: el pastelito que nunca terminaste, la llamada telefónica que jamás respondiste, el viaje de tres horas de la desazón, el machetazo del veredicto, la explosión de dolor, las horas y horas de espera, las horas y horas de besos y abrazos… cómo nos reconocías y, aunque no podías hablar ni moverte, abrías los ojos, nos mirabas, nos apretabas la mano, llorabas y hacías el gesto de besarnos… la esperanza en el más mínimo detalle, el varapalo de la realidad de la todopoderosa ciencia médica, la súplica, la oración, la extremaunción, la capilla, el recuerdo feliz que se torna melancólico, más millones de besos y abrazos… la desesperación del abuelo, cómo te agarraba, te suplicaba irse contigo, su “te quiero” más puro… Hay quien pregunta qué es el amor. ¿El Amor? El Amor han sido vuestros 63 años juntos, vuestra familia, vuestras entrañables riñas, vuestras horas en silencio porque no os faltaba ya deciros nada pues os lo decíais todo al estar al lado el uno del otro. Sí, eso es el Amor, con mayúsculas…

… Mi madre y mi tío a tu lado hasta el final, todos los demás sin separarnos de ti… silencio… soledad… tristeza… el último suspiro, el último beso sobre tu frente ya tibia… la silla de ruedas del abuelo… el tanatorio, el luto de la mortaja, la paz, la serenidad, la oración, el no dejar ni un solo segundo al abuelo roto, las visitas, los abrazos, los llantos secos, la mirada perdida, la luz del día siguiente, más besos, más abrazos, lágrimas que ya se quedan dentro… el entierro, la iglesia abarrotada de mujeres, el ataúd, la paz, la consagración, la Comunión, el reparador cántico de ‘La muerte no es el final’, la salida a la plaza, los cientos de hombres esperando en la calle, la interminable fila del pésame, la subida hasta el cementerio, el Rosario del silencio, el nicho familiar, el último responso, mi rosario de Roma sobre su último descanso, los ladrillos que nos la tapan a cámara lenta… hasta que ya no la vemos… el silencio más sepulcral, las sorpresas de los amigos y de la mujer que amo… el desconcierto, la sencilla cena de familia que para el resto del mundo era de Nochevieja, las campanadas más hipócritas… el estallido de silencio tras el último estruendo en Sol… la noche más larga, más dura.

Nos dejas muy solos, abuela. Tus bromas, tu empeño en que comiéramos incluso cuando teníamos empacho, tu emoción por el simple hecho de vernos juntos, las trastadas que te hacíamos de pequeños, el cómo me veías a mí, a “tu chico”, sin una sola mancha… con la ceguera del amor desmesurado… Son tantos momentos que ya no volverán… pero que por ser inolvidables jamás pasarán. Estás con nosotros, no te has ido. Y sé muy bien que tú ahora nos puedes cuidar mejor que nunca. Nos miras con tu sonrisa y, seguro, seguro, que te emocionas con cada cosita de nada que hacemos más o menos bien. Como siempre. Eras y eres única.

Te quiero.

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Lo más leído