(PD).- Santander (Banesto), La Caixa y otras entidades están reforzando sus divisiones inmobiliarias. Están comprando activos ‘dañados’ antes que incurrir en mora.
Si además les permiten contabilizar a precio de adquisición en lugar de a precios de mercado e introducir esos activos en la cartera de inversión, miel sobre hojuelas.
Es lo que se ha llamado doctrina Banesto, que inciaira el proceso con Reyal-Urbis, pero se estña contagiando a todas las entidades. LA pregtuna es: ¿son los bancarios buenos vendedores de pisos?
En condiciones normales, el Banco de España jamás habría permitido esta práctica.
Pero con la que está cayendo, no es momento de ponerse estupendo con la ortodoxia. Así que es mejor que las entidades financieras se conviertan en inmobiliarias muy a su pesar a que las obras se queden a medio gas y el ‘ladrillero’ no pueda pagar.
El ‘ladrillo’ pasa de ser un crédito potencialmente moroso a convertirse en un activo.
La esperanza es que la “torrentera” -que diría Solbes- se pase y se pueda empezar a enajenar activo inmobiliario. Y el Banco de España no dice nada.
