Jesús Gil Marín: “Mi hija me gana al Monopoly”

Jesús Gil Marín: “Mi hija me gana al Monopoly”

(Periodista Digital)-. Entre bromas dice que el Monopoly ha tenido mucho que ver en su trayectoria. No obstante, hoy es el presidente de una de las mejores inmobiliarias del país. Y se ríe cuando reconoce que, aunque su hija aun tiene que demostrar muchas otras cosas en la vida, ya le gana a este juego de compra venta de inmuebles.

Jesús Gil Marín, presidente de GILMAR, recuerda todavía hoy los nombres y apellidos de las personas a las que les vendió su primera casa. “Son esas cosas que no olvidaré hasta el día en que me muera”.

Este empresario, que también fue alcalde de Estepona, hace 25 años se asoció con Manuel Marrón para crear esta inmobiliaria.

“Éramos unos tiesos cuando empezamos pero con una ilusión arrolladora”.

Aunque les costó tres meses hacer la primera operación, su apuesta, su estrategia dio buenos resultados. En GILMAR acordaron, para diferenciarse del resto, ofrecer viviendas de lujo y chalet de segunda mano.

“Con los años hemos conseguido una cartera de clientes suficiente para que, a pesar de las tormentas, podamos seguir existiendo”.

Jesús Gil Marín explica cómo ha cambiado el mercado en más de décadas. Cuando empezaron las casas a las afueras de las ciudades eran algo al alcance pocos. Pero hoy es casi más asequible vivir lejos del casco urbano de ciudades como Madrid que en el centro y en un piso.

Sobre el momento actual de crisis el presidente de GILMAR señala que

“Ahora se están apretando el cinturón aquellos que nunca soñaron que tuvieran que llevar cinturón”.

Otro fenómeno que de destaca Gil Marín es el efecto de criba que se está llevando a cabo. Hace años todo el mundo podía dedicarse al mercado inmobiliario. “Había calles en las que los bares competían con las inmobiliarias”. Hoy quedan los profesionales.

“Los 25 años de vida de GILMAR nos ha servido para fortalecernos”

En este sentido, de mano de la profesionalidad y la fortaleza, para el presidente de GILMAR el mercado necesita confianza.

“Convencer al comprador de que su operación es segura y que el vendedor maneje márgenes correctos. Ni tan abultados como estos años atrás, pero tampoco ser demasiado pobres.”

Para Jesús Gil Marín, aunque el sector inmobiliario está en la UVI y hay que mimarlo, para nada se ha parado este motor de nuestra economía.

“El motor inmobiliario de nuestro país no se puede parar, es como si a ti te paran el corazón”

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