Vibrante film, un espectáculo ideal para el verano, donde las peripecias del equipo de Tom Cruise rebosan de fuerza y dinamismo.
La dirección de Christopher McQuarrie es especialmente brillante en esta superproducción repleta de escenas de acción, con persecuciones de todo tipo.
Se dice que es complicado mantener la tensión de una peli taquillera en las sucesivas secuelas, pero aquí lo consiguen con un guión muy bien pensado, con tramas de espionaje diabólicas que hacen que este thriller sea una gozada tanto visualmente como interesante por el contenido.
Quizás lo único que me falla es el final, pero el resto es un cine emocionante y muy bien filmado, de los que sales diciendo: «¡Qué peliculón!»
4 ****