Inteligente e intrigante film de François Ozon, con un guion a veces demasiado enrevesado pero siempre seductor, donde la gélida y atractiva protagonista, Marine Vacth, se obsesiona con el oscuro pasado de su psiquiatra.
Técnicamente es una maravilla, con unos encuadres y unos movimientos de cámara muy bien escogidos, y unas transiciones evocadoras e impactantes.
Tiene una gran carga sexual, pero no sobra ni una sola secuencia “caliente”.
3 ★★★